La economía alemana al borde del colapso: ¡los expertos hacen sonar la alarma!

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Klaus Dörre advierte sobre una inminente crisis económica y desindustrialización en Alemania; Se necesita una política industrial.

La economía alemana al borde del colapso: ¡los expertos hacen sonar la alarma!

Klaus Dörre, profesor de Sociología del Trabajo, Industrial y Económica de la Universidad de Jena, hace declaraciones alarmantes sobre la situación económica actual en Alemania y Europa. En una entrevista, Dörre señaló que existe el riesgo de una desindustrialización masiva en la UE, mientras que la producción industrial ya se ha desplomado. Según Dörre, esta crisis no se limita sólo a Alemania, sino que también tiene implicaciones más amplias para toda la economía europea.

Dörre explicó que la actual crisis económica es en parte una puesta en escena, especialmente en la industria automovilística. Como ejemplo, citó la decisión de Ford de cerrar la fábrica en Saarlouis, que se basó en consideraciones de estrategia corporativa y no en el resultado de una necesidad objetiva. En su opinión, esto pone en duda el modelo alemán de colaboración social y supone una violación de tabúes en las relaciones laborales.

Las exigencias de Dörre y las críticas al gobierno

El sociólogo advirtió que Alemania podría estar ante una nueva era, cuyos efectos podrían diferir con el tiempo de los de otros países. Criticó duramente al gobierno del semáforo por su falta de seguridad en la planificación y su insuficiente inversión en política industrial y económica. Dörre pidió una política industrial a largo plazo con una inversión anual de al menos 600 mil millones de euros y se expresó negativamente sobre la repentina cancelación de la financiación de los coches eléctricos y la falta de dinero climático.

Enfatizó que la sostenibilidad ambiental no es posible sin justicia social y señaló que la izquierda social y política está a la defensiva porque no han logrado movilizar políticamente la desigualdad. Más del 90 por ciento de la población pide una distribución más equitativa de la riqueza, pero la creencia en la posibilidad de un cambio está disminuyendo. Dörre no ve actualmente ningún partido de izquierda en Alemania que pueda movilizar la esperanza y sugiere que podrían surgir nuevas formaciones políticas que combinen la sostenibilidad medioambiental y la justicia social. Su concepto de “Estado de bienestar ecológico” apunta a desacoplar los sistemas de seguridad social del crecimiento económico.

Al mismo tiempo, las asociaciones empresariales y los sindicatos advierten sobre una progresiva desindustrialización en Alemania. El presidente de la industria, Siegfried Russwurm, destaca que Alemania está perdiendo competitividad, mientras que el presidente de DIHK, Peter Adrian, habla del peligro de trasladar la producción al extranjero. En conversaciones con el gobierno federal, la líder de la DGB, Yasmin Fahimi, enfatiza la necesidad de precios competitivos de la electricidad industrial, y el jefe de IG BCE, Michael Vassiliadis, pide una nueva política industrial para Alemania y Europa.

El ministro federal de Economía, Robert Habeck, anunció una política industrial más activa para promover la seguridad de las ubicaciones y garantizar una economía climáticamente neutra. El trasfondo es, entre otras cosas, la ley antiinflacionaria estadounidense, que promueve inversiones en protección del clima y podría perjudicar a las empresas europeas. Adrian compara los precios de la electricidad y el gas en Estados Unidos y Alemania y advierte de una salida gradual de la producción industrial. También se critican los lentos procesos de aprobación y los altos impuestos corporativos en Alemania, mientras se destaca la necesidad de una Ley Europea de Datos para crear espacios de datos.