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Deutsche Bank e ING contratan auditores tras la filtración de datos en Majorel Alemania.
Después de que en julio de este año se conociera una filtración de datos en el proveedor de servicios de cambio de cuentas Majorel Deutschland, Deutsche Bank e ING aparentemente han ordenado que dos grandes empresas de auditoría realicen más investigaciones sobre el incidente. Los clientes de Postbank y Comdirect también se vieron afectados por la filtración de datos. Según ha podido saber Handelsblatt en círculos financieros, el Deutsche Bank ha encargado a la empresa de auditoría de Frankfurt PricewaterhouseCoopers (PwC) que investigue los acontecimientos que rodearon el ataque de un hacker a los sistemas de la filial de Majorel, Kontowechsel24.de. ING, por su parte, no encargó a un auditor externo, pero logró convencer a Majorel para que encargara sus propias investigaciones a una de las cuatro grandes firmas de auditoría...
Deutsche Bank e ING contratan auditores tras la filtración de datos en Majorel Alemania.
Después de que en julio de este año se conociera una filtración de datos en el proveedor de servicios de cambio de cuentas Majorel Deutschland, Deutsche Bank e ING aparentemente han ordenado que dos grandes empresas de auditoría realicen más investigaciones sobre el incidente. Los clientes de Postbank y Comdirect también se vieron afectados por la filtración de datos.
Según ha podido saber Handelsblatt en círculos financieros, el Deutsche Bank ha encargado a la empresa de auditoría de Frankfurt PricewaterhouseCoopers (PwC) que investigue los acontecimientos que rodearon el ataque de un hacker a los sistemas de la filial de Majorel, Kontowechsel24.de.
ING, por el contrario, no encargó a ningún auditor externo, pero logró convencer a Majorel para que iniciara sus propias investigaciones por parte de una de las cuatro grandes firmas de auditoría. Aún no está claro qué empresa encargó finalmente Majorel. Sin embargo, ambos auditores ya habrían comenzado su trabajo in situ.
Aún está pendiente una confirmación oficial
Ni Deutsche Bank ni ING ni Majorel ni PwC han querido comentar hasta el momento lo ocurrido. Una portavoz de Majorel dijo que no podía proporcionar más información por el momento porque la empresa está en proceso. Los portavoces del Deutsche Bank y del ING se limitaron a confirmar que ambos bancos mantenían un diálogo crítico con su proveedor de servicios. ING también garantiza que“que el incidente sea procesado cuidadosamente”.
Ciberataque a través de la vulnerabilidad Moveit
La causa de la filtración de datos fue un ciberataque del grupo de hackers Clop. Los atacantes aprovecharon una importante vulnerabilidad en el software de transferencia de datos Moveit, que este año convirtió a muchas empresas conocidas de diversos sectores en el objetivo de actores maliciosos.
Sólo a finales de septiembre se supo que la filtración de datos de Majorel afectaba a más clientes de Deutsche Bank e ING de lo que se suponía inicialmente. Los atacantes publicaron en la red oscura datos personales, como nombres completos e IBAN, de clientes bancarios que habían utilizado el servicio de cambio de cuenta gestionado por Majorel.
Según un informe de www.golem.de, Deutsche Bank e ING han iniciado nuevas investigaciones sobre la filtración de datos en el proveedor de servicios de cambio de cuentas Majorel Deutschland. La causa de esto fue un ataque de piratas informáticos del grupo Clop, en el que se publicaron datos personales de los clientes de los bancos mencionados, así como de Postbank y Comdirect. El Deutsche Bank encargó a la empresa de auditoría PricewaterhouseCoopers (PwC), mientras que ING encargó al propio proveedor de servicios Majorel que llevara a cabo investigaciones por parte de una gran empresa de auditoría. Sin embargo, la elección exacta de la empresa aún no está clara. Aún está pendiente la confirmación oficial de las investigaciones. El incidente se informó por primera vez en julio, pero a finales de septiembre se descubrió que había más clientes afectados de lo que se pensaba anteriormente. El impacto en el mercado y la industria financiera podría resultar en una pérdida de confianza entre los clientes, daños a la reputación de los bancos y un mayor compromiso con la ciberseguridad.
Lea el artículo fuente en www.golem.de