Frankfurt en camino hacia autobuses libres de emisiones: ¿Diesel a pesar del cambio?

La ciudad de Frankfurt am Main está llevando a cabo una reconversión integral de su transporte en autobús hacia alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Como parte de esta iniciativa, la ciudad planea utilizar únicamente autobuses de cero emisiones para fines de 2029 para acercarse a sus objetivos climáticos. Para apoyar este cambio, la empresa municipal In-der-City-Bus (ICB) ha puesto en funcionamiento 69 nuevos autobuses diésel, pero esto plantea desafíos adicionales.

Los fallos actuales en las líneas ICB son un problema importante ya que la empresa tiene un alto índice de fallos en comparación con otras empresas de transporte. El envejecimiento de la flota se identifica como la principal causa de estos problemas, habiéndose ya superado un tercio de la flota su vida útil. ICB ya ha comprado 17 autobuses usados ​​para aumentar la estabilidad operativa, pero algunos de estos vehículos sólo tienen dos puertas y, por tanto, se utilizan en rutas menos frecuentadas.

Cambios planificados y futuros desarrollos.

Aún no se ha terminado a tiempo una nueva estación para autobuses eléctricos en Römerhof. Por ello, la ciudad tiene previsto trasladar el depósito a Rödelheim para garantizar una infraestructura de carga suficiente. Ya se ha firmado un contrato de conexión a la red para un cable eléctrico de 12 megavatios y la solicitud de construcción para el nuevo depósito se presentará en 2025. La mudanza está prevista para finales de 2028.

Desde 2018, Frankfurt apuesta por la electrificación constante del transporte urbano en autobús. Según información de icb-ffm.de El sector del transporte de Frankfurt será ahora más respetuoso con el medio ambiente gracias a la electrificación, mientras que otras tres rutas de autobús se convertirán en operaciones locales libres de emisiones. Para este cambio el Ministerio Federal de Medio Ambiente pondrá a disposición 7,81 millones de euros. La ciudad no sólo electrifica las líneas 33 y 37, sino que también introduce 11 nuevos autobuses eléctricos en el transporte urbano. El uso de autobuses eléctricos y de pila de combustible supone una reducción significativa de las emisiones de CO2 y NOx.

Wolfgang Siefert, jefe del departamento de movilidad, describe la introducción de los nuevos autobuses diésel como una solución provisional pragmática, ya que la ciudad sigue cumpliendo su objetivo de hacer que la flota de autobuses sea más respetuosa con el medio ambiente. La entrega de los nuevos autobuses diésel se espera para mediados de 2026.