Gran reestructuración del grupo BASF: 2.500 empleados afectados - escisión de los sectores de productos químicos agrícolas y materiales para baterías

Gran reestructuración del grupo BASF: 2.500 empleados afectados - escisión de los sectores de productos químicos agrícolas y materiales para baterías

Según un informe de www.n-tv.de, el grupo químico BASF, con sede en Ludwigshafen, está planeando una reestructuración corporativa masiva en la que el negocio de productos químicos agrícolas y el negocio de materiales para baterías se separarán de BASF SE y se transferirán a unidades legalmente independientes. Esta medida afecta a casi el diez por ciento de la plantilla de la planta principal de Ludwigshafen, unos 2.500 empleados. Sin embargo, no hay planes de despidos.

La escisión y reestructuración prevista de las áreas de negocio de productos químicos agrícolas y materiales para baterías tiene como objetivo aumentar la competitividad de BASF. El director financiero, Dirk Elvermann, destacó que a las tiendas se les debería dar más espacio para satisfacer las necesidades de las industrias específicas de sus clientes. La empresa aspira a obtener en el futuro un retorno operativo (margen Ebitda) del 30 por ciento o más en el negocio de materiales para baterías, mientras que el negocio de productos químicos agrícolas debería lograr un retorno del 23 por ciento o más y el negocio de recubrimientos debería lograr un retorno del 15 por ciento o más a mediano plazo.

El sindicato IG BCE expresó su preocupación por la escisión y habló de malas noticias para la plantilla. Pidió un acuerdo de ubicación ampliado en la planta principal hasta 2030 y enfatizó que los despidos operativos en Ludwigshafen estarían descartados hasta finales de 2025. El director general Martin Brudermüller también había anunciado un nuevo programa de ahorro que afectaría a 2.600 puestos de trabajo en todo el mundo, casi dos tercios de ellos en Alemania. En la planta principal de Ludwigshafen se cerrarán varias instalaciones que consumen mucha energía.

Además, BASF ya no proporcionará previsiones de ventas en el futuro, sino que sólo indicará objetivos de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y partidas especiales (Ebitda ajustado) y entradas de efectivo.

Estas medidas de reestructuración de gran alcance en BASF podrían provocar cambios significativos en el mercado y en la industria financiera. La reestructuración prevista, junto con la pérdida de las previsiones de ventas, podría inquietar a los inversores e influir en la cotización de las acciones de la empresa. Además, es de esperar que se produzcan posibles repercusiones en el empleo y en el paisaje industrial de Ludwigshafen. La estrategia de BASF de centrarse más en las áreas de materiales para baterías, productos químicos agrícolas y recubrimientos refleja la tendencia hacia la electromovilidad y la creciente demanda de productos sostenibles. Esto podría tener efectos positivos a largo plazo en la competitividad de la empresa.