Cómo cambia la situación financiera en Suiza la supresión de la exención fiscal para los coches eléctricos y qué significa esto para el futuro.

Cómo cambia la situación financiera en Suiza la supresión de la exención fiscal para los coches eléctricos y qué significa esto para el futuro.

Según un informe de www.heise.de, el gobierno suizo ha decidido suprimir la exención fiscal para los coches eléctricos. A partir del 1 de enero de 2024, se aplicará un impuesto del 4 por ciento sobre el valor de los automóviles utilizados para el transporte de personas o mercancías.

La razón de esta medida radica en el aumento de la proporción de coches eléctricos, lo que ha provocado una disminución de los ingresos procedentes del impuesto sobre los automóviles. En 2022, la pérdida fiscal ascendió a unos 78 millones de francos y para el año en curso el Consejo Federal espera una pérdida de entre 100 y 150 millones de francos. Si se mantuviera la exención fiscal, las pérdidas fiscales podrían ascender a 3.000 millones de francos entre 2024 y 2030.

De 2018 a 2022, el número de coches eléctricos importados anualmente casi se sextuplicó, de unos 8.000 a más de 45.000. En el primer semestre de 2023 se introdujeron alrededor de 30.400 coches eléctricos, lo que corresponde a un aumento de alrededor del 66 por ciento en comparación con el año anterior. La proporción de coches eléctricos en las importaciones totales de Suiza alcanzó alrededor del 23 por ciento en el primer semestre de 2023.

El impuesto se aplica al precio de importación, no al precio de venta final. El Consejo Federal parte de la base de que en 2025 se alcanzará la paridad de precios entre los automóviles que funcionan con combustibles fósiles y los eléctricos.

El impacto de esta medida en el mercado y el sector financiero es significativo. La introducción del impuesto a los coches eléctricos encarecerá la compra e importación de dichos vehículos, lo que podría tener un impacto negativo en la demanda. Además, los ingresos del impuesto podrían influir en las inversiones para la expansión de la electromovilidad en Suiza.

Se espera que los fabricantes y minoristas realicen ajustes de precios para trasladar los costos crecientes a los consumidores. Esto podría afectar la competitividad de los coches eléctricos en comparación con los vehículos de combustibles fósiles.

La medida adoptada también podría tener un impacto en la política medioambiental y energética a largo plazo de Suiza. El gobierno debe garantizar que los ingresos del impuesto a los automóviles se inviertan en energías alternativas y en infraestructura para vehículos eléctricos para seguir apoyando la transición a la movilidad eléctrica.