Informes de expertos financieros: Vivir en un edificio protegido: ¿una inversión que merece la pena?
Según informa www.nw.de, la casa histórica del informático Martin Dauer, de 56 años, y su esposa Kathrin Püschel data del año 1457 y formó parte del Amtmeierhof Bexten. Con su propiedad de 3.500 metros cuadrados y una superficie habitable de poco más de 100 metros cuadrados, la casa ofrece a la pareja mucho espacio. Los dos rediseñaron y modernizaron el edificio protegido según sus deseos. La casa dispone de una gran cocina profesionalmente equipada, ventanales, baños con bañeras independientes y duchas de suelo a techo, así como una moderna calefacción de pared y suelo. La casa histórica está técnicamente al mismo nivel que un edificio nuevo, como...

Informes de expertos financieros: Vivir en un edificio protegido: ¿una inversión que merece la pena?
Según un informe de www.nw.de,
La histórica casa del informático Martin Dauer, de 56 años, y su esposa Kathrin Püschel data del año 1457 y formó parte del Amtmeierhof Bexten. Con su propiedad de 3.500 metros cuadrados y una superficie habitable de poco más de 100 metros cuadrados, la casa ofrece a la pareja mucho espacio. Los dos rediseñaron y modernizaron el edificio protegido según sus deseos. La casa dispone de una gran cocina profesionalmente equipada, ventanales, baños con bañeras independientes y duchas de suelo a techo, así como una moderna calefacción de pared y suelo.
Técnicamente, la casa histórica está al mismo nivel que un edificio nuevo, ya que se considera una “casa de eficiencia KfW 70” y, según la Ley de energía de edificios, consume alrededor de un 30 por ciento menos de energía que un edificio nuevo. Sin embargo, el edificio tiene sus propias peculiaridades, como la madera dura como una piedra, lo que dificulta las obras en la casa. La propiedad también incluye una panadería y un gran jardín donde la pareja disfruta entreteniendo a los invitados.
Este tipo de propiedades muestra una demanda creciente de edificios históricos que han sido modernizados y renovados para hacerlos más eficientes energéticamente. Las propiedades históricas suelen ofrecer una sensación de vida única y un encanto especial. La integración de tecnologías modernas y medidas de ahorro energético hace que estas propiedades sean especialmente atractivas para compradores que aprecian el carácter histórico de un edificio pero al mismo tiempo desean un confort de vida moderno. Esta tendencia podría tener un impacto positivo a largo plazo en el mercado inmobiliario histórico, provocando un aumento de los precios y una mayor demanda.
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