Mercado inmobiliario: se detuvo la pérdida de valor, pero la mejora fue limitada
Descubra por qué se ha detenido la caída de precios de las casas sin renovar y los costos de construcción se mantienen estables. Un nuevo estudio revela la evolución actual del mercado inmobiliario.

Mercado inmobiliario: se detuvo la pérdida de valor, pero la mejora fue limitada
Los precios de las casas sin renovar y con bajo rendimiento energético cayeron significativamente el año pasado. Según un estudio realizado por expertos inmobiliarios, ahora hay indicios de que esta tendencia a la baja se ha detenido, con una excepción. En el caso de casas antiguas y sin renovar, los costes de una renovación que ahorre energía se deducen casi por completo del precio de compra. Como resultado, la caída de los precios se ha estabilizado por el momento.
Una de las razones de esta evolución es la estabilización de los costes de construcción, aunque en algunos sectores incluso se han producido descensos. Los costes de financiación también se han estabilizado tras un aumento previo de los tipos de interés. La diferencia de precios entre los edificios de viviendas con la máxima clase de eficiencia energética A/A+ y las clases inferiores G/H fue en el primer trimestre de este año de media del 25,1 por ciento, frente al 26,9 por ciento a finales del año pasado.
La eficiencia energética desempeña un papel cada vez más importante a la hora de comprar una propiedad, especialmente con el aumento de los precios de la electricidad y el gas. Una nueva ley del gobierno federal sobre la sustitución de la calefacción ha creado una incertidumbre adicional. Los propietarios a menudo tienen que conceder mayores descuentos, especialmente cuando venden viviendas unifamiliares y bifamiliares, ya que los compradores suelen tener que soportar los mayores costes de energía si quieren vivir ellos mismos en la propiedad.
A pesar de la ligera mejora, las ventas de propiedades sin renovar siguen siendo un desafío, especialmente en las zonas rurales. Aquí, los propietarios a menudo se ven obligados a renunciar más al precio porque los compradores potenciales difícilmente pueden compensar los costes de una renovación que ahorre energía debido a los menores ingresos por alquiler. Por lo tanto, en estas regiones la brecha entre objetos antiguos y nuevos podría aumentar aún más, según el experto Sören Gröbel.