Derecho de residencia vitalicio tras una donación y un traslado a una residencia de ancianos, según explica un experto en finanzas
Según un informe de www.t-online.de, los antiguos propietarios suelen afirmar que, tras ceder su propiedad, tienen un derecho de residencia vitalicio. Esta decisión tiene implicaciones financieras y legales, especialmente si el residente se muda a un asilo de ancianos. El derecho de residencia vitalicio permite al destinatario permanecer en su propiedad y también ahorra impuestos sobre sucesiones. Además, protege la propiedad del acceso de la oficina de asistencia social si la persona con derecho a vivir allí no puede cubrir los gastos de alojamiento en una residencia de ancianos. El derecho de residencia vitalicia se inscribe en el registro de la propiedad y es válido hasta el fallecimiento de la persona con derecho a vivir allí. Esta persona suele vivir sin pagar alquiler...

Derecho de residencia vitalicio tras una donación y un traslado a una residencia de ancianos, según explica un experto en finanzas
Según un informe de www.t-online.de, los antiguos propietarios suelen afirmar que, tras ceder su propiedad, tienen un derecho de residencia vitalicio. Esta decisión tiene implicaciones financieras y legales, especialmente si el residente se muda a un asilo de ancianos. El derecho de residencia vitalicio permite al destinatario permanecer en su propiedad y también ahorra impuestos sobre sucesiones. Además, protege la propiedad del acceso de la oficina de asistencia social si la persona con derecho a vivir allí no puede cubrir los gastos de alojamiento en una residencia de ancianos.
El derecho de residencia vitalicia se inscribe en el registro de la propiedad y es válido hasta el fallecimiento de la persona con derecho a vivir allí. Este suele vivir en la propiedad sin pagar alquiler y contribuye a los costes y reparaciones adicionales.
Si se traslada a una residencia de ancianos, su derecho de residencia vitalicio no caduca. También en este caso se conserva el derecho de residencia. Sólo expira si la propiedad se vuelve inhabitable o si la persona con derecho a vivir en ella necesita atención médica permanente, como por ejemplo en el caso de pacientes en coma.
Para el mercado inmobiliario, esto puede significar que se reduce el valor de una propiedad gravada con un derecho de residencia vitalicio. En caso de venta, el derecho de residencia no expira, salvo que se produzca una subasta forzosa, que puede dar lugar a la supresión del derecho de residencia.
Esta información es de interés para posibles compradores y vendedores de propiedades, ya que necesitan comprender las implicaciones financieras y legales de un derecho de residencia vitalicio. Por ello, es importante buscar asesoramiento profesional para tomar la mejor decisión posible.
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