Crisis de alquileres en Alemania: ¿Adónde se han ido los apartamentos baratos?
El artículo destaca la actual crisis inmobiliaria en Alemania, los altos precios de alquiler en las ciudades y las medidas legales actuales, como el límite de alquiler.
Crisis de alquileres en Alemania: ¿Adónde se han ido los apartamentos baratos?
La crisis inmobiliaria en Alemania sigue empeorando. Según la información actual, los portales inmobiliarios muestran precios de alquiler exorbitantes, especialmente en ciudades como Múnich, Berlín y Frankfurt. Es casi imposible encontrar un piso por menos de 15 euros el metro cuadrado. La demanda es enorme y muchas asociaciones de vivienda de las autoridades locales están luchando con largas listas de espera mientras buscadores desesperados de casas luchan por cada espacio disponible. Esto no sólo tiene consecuencias individuales, sino también económicas, ya que los trabajadores cualificados y los trabajadores extranjeros evitan desplazarse, lo que agrava aún más la situación.
La crisis del mercado inmobiliario lleva aproximadamente una década y no se vislumbran soluciones rápidas. La ley Bauturbo impulsada por la ministra de Construcción, Verena Hubertz (SPD), tiene como objetivo acelerar la construcción de viviendas, pero el efecto sigue siendo incierto. Al mismo tiempo, el tope de alquiler a menudo se ignora, lo que significa que los alquileres en los nuevos contratos suelen estar muy por encima del 10 por ciento permitido por encima del alquiler comparativo local. Los datos actuales muestran que el alquiler básico medio en las 14 ciudades más grandes de Alemania fue de 8,65 euros por metro cuadrado en 2022, mientras que el alquiler medio solicitado para nuevos contratos aumentó a 13,43 euros por metro cuadrado.
Ajuste del límite de alquiler
La ministra de Justicia, Stefanie Hubig (SPD), tiene previsto endurecer el límite de los alquileres hasta finales de 2029. Estas normas legales, en vigor desde su introducción en 2015, pretenden frenar el aumento de los alquileres residenciales en las zonas metropolitanas. En caso de realquiler, el alquiler podrá ser como máximo un 10 por ciento superior al alquiler local comparativo. El problema con el control de los alquileres, sin embargo, es que el alquiler previo al alquiler, que ya supera el importe permitido, es crucial, por lo que muchos edificios nuevos no se benefician realmente de este conjunto de normas. BMJV informa sobre una ampliación del límite de alquiler, lo que se considera el primer paso para adaptar la legislación sobre alquileres en aras de la protección de los inquilinos.
Un aspecto central discutido en el debate sobre las reformas de control de alquileres es la posible disuasión de los inversores privados mediante regulaciones más estrictas. Si bien las empresas de vivienda pública no pueden satisfacer la demanda por sí solas, centrarse en proteger a los inquilinos con contratos antiguos y baratos podría empeorar la crisis inmobiliaria a largo plazo. También está creciendo la brecha entre los contratos antiguos más baratos y los nuevos contratos más caros, lo que hace que mudarse sea poco atractivo para muchos inquilinos. Incluso cuando las condiciones de vida cambian, muchas personas no abandonan sus apartamentos baratos.
Perspectivas para el futuro
Alemania se ha fijado el objetivo de evitar condiciones extremas de alquiler como las que se observan en ciudades como Londres y París. Pero el camino hasta allí aún es largo. Mientras se discuten propuestas finales de desregulación, se destaca que estas medidas deberían ir acompañadas de nuevas ofensivas de construcción. Estos incluyen, entre otras cosas, subsidios para viviendas sociales y mayores impuestos a la propiedad sobre terrenos no urbanizables para controlar en consecuencia los mecanismos del mercado. Sin embargo, las incertidumbres sobre las condiciones del mercado y la crisis actual dificultan ofrecer un pronóstico claro. FAZ informa que la crisis inmobiliaria continuará en el futuro previsible, lo que es una realidad preocupante para muchas personas.