Caos en las obras de Ratisbona: ¡los restauradores luchan por sobrevivir!
Las obras de construcción en Ratisbona afectan a restaurantes y comercios, mientras que se critica a la administración municipal.
Caos en las obras de Ratisbona: ¡los restauradores luchan por sobrevivir!
En Ratisbona, la actual situación en las obras provoca descontento entre restauradores y comerciantes. En particular, la obra de la Brückstrasse, que desde 2023 estaba prevista para la renovación de la Casa Wiedamann, ya ha provocado cierres. Lugares populares como Moccabar y Café Rauscher han cerrado definitivamente sus puertas, y la tienda de ropa Bayrisch Wild también planea cerrar. La presión sobre los propietarios de empresas locales ha aumentado debido a la falta de apoyo y comunicación por parte del gobierno de la ciudad. Mercurio informa que muchos restauradores están molestos por la falta de coordinación e información.
La ciudad de Ratisbona afirma que normalmente se dirige de forma proactiva a los propietarios de empresas, pero cuando se trata de obras privadas, se da prioridad a los intereses de los constructores. Esto significa que a los empresarios afectados a menudo sólo se les informa sobre las obras poco antes de que comiencen las obras. Josef Schlaffer, inquilino de El Sombrero, se enteró de la renovación en su barrio poco antes de que comenzaran las obras. Freddy Löw, el inquilino de la cueva pirata, también se plantea dejar el negocio porque no estaba suficientemente informado. La ciudad no está muy interesada en recibir información oportuna y las consultas de las empresas afectadas, como Schwinger Immobilien, a menudo quedan sin respuesta.
Impacto en la economía local
Los efectos de las obras no sólo son dramáticos para el sector de la restauración. La administración municipal de Ratisbona ha sido criticada por su mala gestión de las obras. Esto afectó especialmente a los habitantes del cruce de Untere Bachgasse y la esquina de Gesandtenstrasse, quienes también tienen que vivir con las consecuencias de las obras. Muchas tiendas también experimentaron una caída significativa en las ventas durante los confinamientos, lo que amenaza aún más la existencia de los comerciantes.
Otro problema grave son las obras que se construyeron exactamente en el momento en que se permitió la reapertura de los comercios tras el cierre. Los críticos se quejan de que la planificación de tales medidas podría organizarse mejor para minimizar las molestias a las tiendas y a sus clientes. Muchos de ellos no están seguros de si el nuevo alcalde y el gobierno de la ciudad podrán mejorar en el futuro la planificación de las obras. Los desacuerdos existentes ensombrecen la economía local y aún está por ver cómo evolucionará la situación. Periódico de la ciudad de Ratisbona ha señalado estos aspectos críticos.
Los desafíos que enfrentan los dueños de negocios afectados demuestran la necesidad de un mejor diálogo entre el gobierno de la ciudad y las empresas locales. El objetivo debería ser encontrar soluciones que garanticen el bienestar de los sectores de la restauración y el comercio minorista en Ratisbona.