Divorcio y bienes raíces: así las parejas dividen su hogar de manera equitativa

Divorcio y bienes raíces: así las parejas dividen su hogar de manera equitativa

Según un informe de www.stern.de,

Una casa o apartamento puede convertirse en un problema durante un divorcio. Especialmente si no hay un acuerdo prenupcial, surgen muchas preguntas: ¿Quién se queda con la casa, quién debe pagar a quién y cómo se dividirá la propiedad entre los cónyuges?

Según Marco-Percy Teitzel, experto en financiación de la construcción de Dr. Small, aclarar la propiedad en caso de divorcio es difícil porque la casa no se puede dividir simplemente por la mitad. Por lo tanto, las parejas deberían aprovechar el tiempo separados para discutir juntos lo que debería pasar con la casa compartida. Un litigio ante los tribunales conlleva costes elevados y no resulta agradable para nadie.

En caso de divorcio de una casa o condominio, primero se debe aclarar la estructura de propiedad. Las parejas que no tienen contrato matrimonial viven automáticamente en una comunidad acumulada. Esto significa que los bienes adquiridos durante el matrimonio se dividen equitativamente entre los cónyuges en caso de divorcio, proceso conocido como igualación acumulada.

La información del artículo deja claro que hay muchas cuestiones legales y financieras que deben aclararse en un divorcio que involucra bienes raíces. Esto podría tener un impacto en el mercado inmobiliario, ya que las parejas podrían verse obligadas a desprenderse de sus propiedades. Además, la demanda de listados y ventas de bienes raíces puede verse influenciada por las parejas divorciadas, lo que puede crear cierto desequilibrio en el mercado inmobiliario. Esto podría provocar que los precios fluctúen en algunas zonas dependiendo de cuántas parejas divorciadas se vean obligadas a vender sus propiedades.