La construcción de viviendas afronta tiempos oscuros: los precios inmobiliarios caen, los alquileres aumentan; las perspectivas para 2024 son previsibles.

La construcción de viviendas afronta tiempos oscuros: los precios inmobiliarios caen, los alquileres aumentan; las perspectivas para 2024 son previsibles.

Según un informe de www.mdr.de, los precios inmobiliarios cayeron en 2023 por primera vez desde 2010. La espiral descendente en la construcción de viviendas continúa, mientras que los alquileres en las grandes ciudades y áreas metropolitanas siguen aumentando. Los estudios y los expertos suponen una nueva espiral descendente, ya que en 2024 también disminuirán significativamente las terminaciones de obras. La previsión para 2024 es de unas 225.000 viviendas, es decir, 45.000 apartamentos menos que el año anterior. Según el Instituto DIW, en 2023 estalló la burbuja inmobiliaria en Alemania, lo que provocó una caída de los precios inmobiliarios.

El aumento de la tasa de inflación y el aumento del coste de la financiación han afectado el poder adquisitivo de los hogares y han hecho que los tipos de interés sean inasequibles. Como resultado, la oferta de apartamentos en alquiler se ha estancado, mientras que la demanda en las áreas metropolitanas sigue aumentando. Esto ha provocado un aumento del tres por ciento en los precios de alquiler. La inversión y la demanda continúan estimulando el mercado inmobiliario, y se espera que el crecimiento constante de la población, junto con la lenta construcción de viviendas, sigan impulsando los precios al alza.

Es probable que la caída de los precios de compra continúe cayendo en 2024 antes de que el mercado se estabilice y los precios suban. La actual escasez de espacio habitable dará lugar a un aumento de los precios de compra a medio plazo, ya que la demanda supera la oferta en muchos lugares y la producción de viviendas seguirá disminuyendo en el futuro previsible.

El desafío para el Estado es cerrar la brecha cada vez mayor entre las áreas urbanas y rurales. Esto podría lograrse, entre otras cosas, invirtiendo en infraestructura adecuada y mediante una reducción a nivel nacional del impuesto a las transferencias inmobiliarias. Además, se deberían simplificar las normas de construcción y acelerar los procedimientos de aprobación para promover la construcción de viviendas. El Estado también podría aliviar la crisis inmobiliaria mediante una mayor inversión gubernamental en la construcción de viviendas y el atractivo de las ciudades pequeñas y sus alrededores.

El estudio subyacente informa sobre un futuro difícil para el mercado inmobiliario y proporciona información sobre los mecanismos que influyen en el desarrollo. Se supone que la tendencia de aumento de los alquileres y caída de los precios de compra continuará en 2024, pero el mercado se estabilizará y se puede esperar un aumento de precios posterior.