Impuesto sobre las plusvalías de las marcas de cerveza: la oficina de impuestos cobra a Giesinger Bräu: impacto masivo para inversores y empresas
Según un informe de www.merkur.de, Giesinger Bräu ahora tiene que recaudar el impuesto sobre las plusvalías de los miniinversores. La empresa con sede en Munich recompensa a todos los que participan en el negocio en línea a través de un portal de inversión colectiva con "certificados de participación" por un valor del seis por ciento de interés sobre la inversión. Pero ahora la oficina de impuestos exige que la cervecería recaude y pague el impuesto sobre las plusvalías de forma independiente. Esta medida afecta a unas 7.000 personas que participaron en las campañas de crowdfunding o crowdinvesting de Giesinger Bräu. Las nuevas regulaciones implican que algunos inversores tienen que transferir su impuesto sobre plusvalías a al menos dos destinatarios: por un lado, al Giesinger Bräu y, por otro, a la oficina de impuestos. No importa si el…

Impuesto sobre las plusvalías de las marcas de cerveza: la oficina de impuestos cobra a Giesinger Bräu: impacto masivo para inversores y empresas
Según un informe de www.merkur.de, Giesinger Bräu ahora tiene que recaudar el impuesto sobre las plusvalías de los miniinversores. La empresa con sede en Munich recompensa a todos los que participan en el negocio en línea a través de un portal de inversión colectiva con "certificados de participación" por un valor del seis por ciento de interés sobre la inversión. Pero ahora la oficina de impuestos exige que la cervecería recaude y pague el impuesto sobre las plusvalías de forma independiente. Esta medida afecta a unas 7.000 personas que participaron en las campañas de crowdfunding o crowdinvesting de Giesinger Bräu.
Las nuevas regulaciones implican que algunos inversores tienen que transferir su impuesto sobre plusvalías a al menos dos destinatarios: por un lado, al Giesinger Bräu y, por otro, a la oficina de impuestos. No importa si los intereses se pagan en dinero o en especie, como cerveza y comida. Gestionar esta fiscalidad supondrá un importante esfuerzo para la cervecería y su equipo.
Además, este proceso cuesta dinero porque requiere contratar personal especialmente capacitado para gestionar la carga tributaria. El jefe de Bräu, Steffen Marx, está decepcionado con la nueva regulación y enfatiza que esto estrangula burocráticamente el innovador método de financiación de la inversión colectiva. Actualmente está negociando con Hacienda si los inversores podrían pagar el impuesto indirectamente recibiendo menos certificados de participación. Queda por ver cómo afectará esta regulación a la inversión colectiva y a otras empresas de industrias similares.
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