Fondos climáticos bajo presión: ¿dinero para proyectos fósiles en lugar de protección del clima?

Fondos climáticos bajo presión: ¿dinero para proyectos fósiles en lugar de protección del clima?

El Fondo para el Clima y la Transformación (KTF) es actualmente el centro del debate sobre la financiación de proyectos de protección del clima. Un nuevo estudio breve del Foro de Economía de Mercado Ecológico-Social (FÖS) en nombre de Green Planet Energy muestra que existe el riesgo de que el KTF se utilice para financiar proyectos de fósiles y gas natural barato. Este desarrollo es el resultado directo de criterios de adjudicación débiles y una planificación deficiente por parte del gobierno federal, como Lado soleado informó.

El estudio analiza diversos aspectos del uso de los fondos del fondo especial para infraestructuras y neutralidad climática. En particular, se destaca la necesidad de criterios de evaluación claros para un uso eficaz y respetuoso con el clima de los fondos. Otro hallazgo clave de la investigación es que los 10 mil millones de euros adicionales al año del fondo especial se consideran insuficientes para las inversiones necesarias en protección del clima.

Desafíos causados ​​por los subsidios a los fósiles

El estudio continúa diciendo que los subsidios a los combustibles fósiles se consideran una hipoteca costosa para las generaciones futuras y no deberían tener cabida en el fondo climático. Proyectos como la financiación del impuesto sobre el almacenamiento de gas contradicen los objetivos del fondo especial y del KTF. Por otro lado, la promoción de las bombas de calor se destaca como un ejemplo positivo de medidas eficaces de protección del clima. Estas tecnologías consiguen importantes ahorros de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción.

En 2023, las inversiones en tecnología de calefacción ascendieron a 8.800 millones de euros, lo que tuvo un impacto positivo en la creación de valor (7.200 millones de euros) y el empleo (alrededor de 108.000 puestos de trabajo a tiempo completo). Por el contrario, subvencionar nuevas centrales eléctricas de gas natural se considera contraproducente desde el punto de vista de la política climática, mientras que la financiación de centrales eléctricas con capacidad de hidrógeno sólo se considera útil de forma limitada, en el caso de su uso con hidrógeno verde.

La energía renovable como solución

Las energías renovables, incluidas la eólica, la solar y la hidroeléctrica, se consideran una opción respetuosa con el medio ambiente en la lucha contra el cambio climático. Un aspecto importante es que las emisiones de CO2 deben considerarse a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la producción hasta el transporte, la instalación y el mantenimiento, como NaturalezaOficina enfatizó.

En comparación con los combustibles fósiles, la energía renovable tiene menores emisiones aguas arriba. Los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas son los principales causantes de las emisiones de CO2. Estos surgen no sólo durante la combustión, sino también en las fases anteriores: durante la extracción, el transporte y finalmente la combustión. Las centrales eléctricas de carbón, por ejemplo, emiten alrededor de 820 g de CO2/kWh, mientras que el gas natural produce alrededor de 450 g de CO2/kWh. Las centrales eléctricas fósiles producen en total entre 900 y 1.200 g de CO2 equivalente por kWh.

Por el contrario, varias fuentes de energía renovables se caracterizan por menores emisiones durante su ciclo de vida:

Los desafíos actuales que rodean al Fondo para el Clima y la Transformación ilustran la urgencia de un uso claro y consistente de los fondos, que esté más estrictamente vinculado a criterios de protección del clima y debe evaluarse periódicamente.