Las empresas tecnológicas como Nvidia se benefician de la IA, pero las acciones más pequeñas también ofrecen oportunidades de entrada favorables

Las empresas tecnológicas como Nvidia se benefician de la IA, pero las acciones más pequeñas también ofrecen oportunidades de entrada favorables

Según un informe de www.wallstreet-online.de, el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial (IA) en todo el mundo no solo ha beneficiado a los grandes gigantes tecnológicos como Microsoft y Nvidia, sino también a empresas más pequeñas y menos conocidas que también se benefician de las tecnologías de IA y ofrecen oportunidades de entrada más económicas. Según Dave Sekera, estratega jefe de mercado estadounidense de Morningstar, existe la oportunidad de obtener ganancias vendiendo acciones tecnológicas sobrevaluadas y al mismo tiempo teniendo en cuenta a los pequeños y subvaluados especuladores de IA. Estos se consideran “perlas” o “derivaciones” del segundo nivel y también ofrecen perspectivas de crecimiento desproporcionadas.

La creciente demanda de tecnologías de inteligencia artificial ha provocado que las grandes empresas tecnológicas como Microsoft y Nvidia aumenten su valor y, en consecuencia, se vuelvan más caras para los inversores. En este contexto, es aconsejable obtener beneficios ahora con acciones tecnológicas sobrevaloradas y tender a infraponderar las acciones tecnológicas. Pero fuera de las empresas más conocidas todavía existen oportunidades de inversión que merecen la pena. Los beneficiarios de IA más pequeños y menos conocidos, con perspectivas de crecimiento desproporcionadas, se presentan como oportunidades de inversión atractivas. Esto es de particular interés para los inversores a largo plazo que quieran capitalizar el potencial futuro de las tecnologías de IA.

La recomendación de tomar ganancias de acciones tecnológicas sobrevaluadas y tener en cuenta el sesgo hacia beneficiarios de IA infravalorados pero prometedores puede impactar el mercado al hacer que los inversores reequilibren su cartera. Esto podría ejercer presión sobre los precios de las acciones tecnológicas sobrevaluadas, mientras que los pequeños especuladores de la IA se vuelven más atractivos. Para los consumidores, esto significa potencialmente un acceso más amplio a productos y servicios de IA impulsados ​​por la innovación. Podría producirse un cambio en la industria hacia empresas de IA menos conocidas, que recibirán así nuevos impulsos de crecimiento.