La microelectrónica checa está en auge: ¡2 mil millones de euros para una nueva fábrica de chips!
La República Checa está experimentando un auge en el sector de la microelectrónica con una inversión de 2.000 millones de euros de onsemi. Se avecinan 11.000 nuevos puestos de trabajo.
La microelectrónica checa está en auge: ¡2 mil millones de euros para una nueva fábrica de chips!
La República Checa está experimentando un notable auge en el sector de la microelectrónica, sobre todo desde que el fabricante internacional de semiconductores onsemi anunció su intención de invertir alrededor de dos mil millones de euros en la construcción de una fábrica de chips de última generación. Esta nueva planta de fabricación de semiconductores de potencia basados en carburo de silicio se construirá en Rosenau, al sur de Ostrava, y representa la mayor inversión privada en la República Checa desde el fin del Bloque del Este. Alrededor de 11.000 puestos de trabajo y unas ventas de dos mil millones de euros en el sector de los semiconductores demuestran el crecimiento de esta industria estratégica en la región.
Jozef Síkela, ministro checo de Industria y Comercio, destaca la importancia de esta inversión, ya que beneficia no sólo a las industrias de semiconductores y automoción, sino también a la electromovilidad. Además de onsemi, también se han establecido en la República Checa otras empresas internacionales, entre ellas Intel con presencia en Brno y STM y Renesas con centros de desarrollo y diseño en Praga. Esto respalda el desarrollo de un ecosistema robusto de microelectrónica y diseño de chips.
Importancia estratégica y oportunidades de cooperación.
La fábrica de onsemi producirá semiconductores de potencia inteligentes que son fundamentales para las megatendencias globales actuales en electrificación, energía renovable e inteligencia artificial. Hassane El-Khoury, director general de onsemi, destaca el papel de esta inversión en eficiencia energética y fortalecimiento de la cadena de suministro europea. La instalación ya producirá cristales y obleas de silicio y se espera que una vez terminada contribuya con más de 270 millones de dólares (6 mil millones de coronas checas) al producto interno bruto de la República Checa.
La República Checa también se beneficia de la experiencia histórica de la era socialista en el sector de la microelectrónica, lo que aumenta aún más el atractivo de la región para la inversión extranjera. El apoyo de empresas locales como Codasip, Meopta y Crytur aumenta el dinamismo del sector tecnológico. Además, el Instituto de Investigación de Semiconductores de Taiwán (TSRI) está lanzando un centro de capacitación para diseñadores de chips en la Universidad de Praga para satisfacer las necesidades de mano de obra calificada.
Cooperación con Sajonia
Dadas las altas capacidades industriales de Sajonia y las capacidades complementarias de la industria checa, ambas regiones buscan una cooperación más estrecha en el sector de los semiconductores. A Sajonia le preocupa la falta de diseñadores de chips, lo que pone de relieve la necesidad de una cooperación más intensa con Bohemia y la República Checa. También existen perspectivas de cooperación con la Silesia polaca, especialmente en la ciudad de Wroclaw. Estas asociaciones transfronterizas podrían aumentar significativamente la competitividad de la región en el mercado mundial de semiconductores.
En general, la inversión de onsemi en la República Checa demuestra la importancia que tiene la producción de semiconductores para el futuro del mercado europeo. Con el anuncio de esta fábrica de última generación, la empresa no sólo apoya el desarrollo económico de la República Checa, sino que también contribuye a alcanzar los objetivos de la Ley Europea de Chips, cuyo objetivo es fortalecer las cadenas de suministro de semiconductores en la UE.