Wall Street se mantiene en niveles récord: los datos económicos, las tasas de interés y la inteligencia artificial respaldan las esperanzas, pero Intel está debilitando el ánimo. El Dow cierra con un alza del 0,16%.
Según un informe de www.tagesschau.de, Wall Street sigue registrando máximos históricos debido a los sólidos datos económicos, los tipos de interés y las esperanzas en materia de inteligencia artificial. Sin embargo, los débiles resultados comerciales del fabricante de chips Intel han enfriado el ánimo. El índice Dow Jones y el índice S&P 500 alcanzaron nuevos máximos históricos, pero no pudieron mantenerlos en el tiempo. El Nasdaq quedó rezagado, en gran parte debido a las decepcionantes previsiones del fabricante de chips Intel, cuyas acciones cayeron un 11,9 por ciento. A pesar de la carga de Intel sobre el sector de los chips, los sólidos datos económicos pudieron contener las pérdidas del precio de las acciones. Los inversores se alegraron porque los datos mostraron que la economía estadounidense no corre peligro de caer en recesión a pesar de los altos tipos de interés. Gasto personal de los consumidores...

Wall Street se mantiene en niveles récord: los datos económicos, las tasas de interés y la inteligencia artificial respaldan las esperanzas, pero Intel está debilitando el ánimo. El Dow cierra con un alza del 0,16%.
Según un informe de www.tagesschau.de,
Wall Street se mantiene en niveles récord debido a datos económicos sólidos, tasas de interés y esperanzas de inteligencia artificial. Sin embargo, los débiles resultados comerciales del fabricante de chips Intel han enfriado el ánimo. El índice Dow Jones y el índice S&P 500 alcanzaron nuevos máximos históricos, pero no pudieron mantenerlos en el tiempo. El Nasdaq quedó rezagado, en gran parte debido a las decepcionantes previsiones del fabricante de chips Intel, cuyas acciones cayeron un 11,9 por ciento.
A pesar de la carga de Intel sobre el sector de los chips, los sólidos datos económicos pudieron contener las pérdidas del precio de las acciones. Los inversores se alegraron porque los datos mostraron que la economía estadounidense no corre peligro de caer en recesión a pesar de los altos tipos de interés. El gasto personal de los consumidores aumentó un 0,7 por ciento en diciembre, mientras que los ingresos de los hogares estadounidenses aumentaron un 0,3 por ciento. Esto indica que la economía estadounidense seguirá creciendo a un ritmo elevado. El índice PCE básico, una medida de la inflación, cayó a una tasa de inflación anual del 2,9 por ciento en diciembre.
Los expertos esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos, dirigida por Jerome Powell, mantenga los tipos de interés por cuarta vez consecutiva. Sin embargo, se considera probable una flexibilización de la política monetaria en futuras reuniones de política monetaria. El DAX también registró un crecimiento, mientras que el MDAX quedó rezagado con respecto a las bolsas estadounidenses debido a la falta de referencia tecnológica.
La situación informativa contrasta con los precios actuales en bolsa. Los balances corporativos y los datos económicos parecen, en el mejor de los casos, inconsistentes. La confianza del consumidor en Alemania también sufrió un revés a principios de año.
El euro ha recuperado gran parte de las ligeras pérdidas del día anterior y recientemente cotizaba ligeramente al alza en las operaciones estadounidenses. Los precios del petróleo subieron bruscamente después de un comercio previamente deslucido, provocado por un ataque de los rebeldes hutíes a un petrolero británico en el Golfo de Adén. Esto provocó un aumento de los costes de transporte debido a las rutas marítimas evitadas.
La acción de RWE se situó en la parte inferior del DAX a pesar de los buenos resultados de beneficios del año pasado, ya que las perspectivas para 2024 no convencieron a los inversores. A pesar de la disminución de los niveles de inventario en EE.UU. y de una fuerte caída en la producción de petróleo crudo, los precios del petróleo subieron debido a factores relacionados con el clima y al aumento de la producción en países fuera del cártel petrolero de la OPEP.
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