¡Las asociaciones de bienestar exigen miles de millones para infraestructura social!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Las organizaciones benéficas están pidiendo miles de millones en inversiones en infraestructura social y protección climática para abordar desafíos urgentes.

¡Las asociaciones de bienestar exigen miles de millones para infraestructura social!

El debate sobre las inversiones urgentemente necesarias en proyectos sociales y de infraestructura en Alemania está cobrando impulso. Las asociaciones de bienestar han escrito al Ministro Federal de Finanzas, Klingbeil, y al Ministro de la Cancillería, Frei, y piden inversiones por miles de millones en instituciones sociales. Esta iniciativa, de un grupo de trabajo a nivel nacional formado por organizaciones como la Cruz Roja Alemana, Diakonie y Caritas, pone de relieve que en los últimos años se ha producido un importante retraso en las inversiones. Las tasas estatales de rendimiento cubren mucho Deutschlandfunk sólo los costes operativos, lo que deja clara la necesidad de actuar.

Es particularmente urgente la necesidad no sólo de renovaciones respetuosas con el clima, sino también de accesibilidad digital a las ofertas sociales. Para cumplir con estos requisitos, se necesita un programa de financiación de más de diez mil millones de euros a partir de 2026. El informe del sitio de construcción sobre el retraso en las inversiones también pone de relieve la importancia de las infraestructuras sociales para hacer frente a los desafíos futuros.

La protección del clima y la infraestructura en el punto de mira

Al mismo tiempo, hay demandas que afectan a todo el ámbito de la inversión pública. Los expertos exigen que el Estado alemán invierta en los próximos diez años alrededor de 60 mil millones de euros al año en infraestructuras, economía y sociedad. Esto ascendería a unos 600 mil millones de euros a mediados de la década de 2030. El objetivo de estas inversiones es resolver el retraso inversor en los municipios y avanzar en infraestructuras educativas, redes de energía y transporte y descarbonización. Esta información se basa en un estudio del IMK de la Fundación Hans Böckler y del IW, que se presenta hoy en Berlín y que subraya la urgencia de la inversión pública desde 2019. Las crisis desde 2020 han agravado aún más la situación y han provocado un estancamiento de la situación económica general, lo que ha provocado incertidumbre sobre el suministro de energía y un crecimiento débil por motivos demográficos.

El estudio muestra que es necesario tener en cuenta también las inversiones municipales en adaptación climática para contrarrestar la amenaza de daños causados ​​por el cambio climático. Las medidas de protección del clima, como la renovación de edificios energéticamente eficientes y la ampliación del transporte público, desempeñan un papel central. Cifras concretas respaldan la necesidad de invertir en distintos ámbitos: en total están previstos 177 mil millones de euros para la renovación municipal, 13 mil millones de euros para la adaptación al clima, 200 mil millones de euros para la protección del clima, 127 mil millones de euros para las vías de circulación y el transporte público local, 42 mil millones de euros para infraestructuras educativas y 37 mil millones de euros para viviendas sociales.

Estrategias de financiación y reformas del freno de la deuda

Estas inversiones se financiarán mediante la necesidad de préstamos. En este contexto, hay propuestas para reformar el freno de la deuda con el fin de crear el margen necesario para nuevos préstamos. También se está discutiendo la creación de un fondo especial de infraestructura para implementar inversiones adicionales de manera oportuna. La importancia de actuar rápidamente es cada vez más clara: para contrarrestar el estancamiento inminente y reducir los costos de la descarbonización, las inversiones oportunas son esenciales. Los costes operativos continuos también deben tenerse en cuenta en la planificación financiera anual para garantizar la sostenibilidad de los proyectos.

En resumen, hay una dirección clara: para afrontar los desafíos del futuro, se necesitan enormes recursos financieros, tanto en el sector social como en infraestructura. Sólo a través de esfuerzos concertados y acciones decisivas se podrán lograr avances importantes en las transformaciones venideras.