La Asociación Federal de Organizaciones de Consumidores (vzbv) advierte contra un aumento del precio del billete de Alemania. El precio de 49 euros ya es demasiado alto para algunos consumidores, afirmó el jueves en Berlín Ramona Pop, miembro de la junta directiva del vzbv. Un aumento del precio pondría en peligro la aceptación del Deutschlandticket.
El máximo defensor de los consumidores de Alemania hizo un llamamiento a los gobiernos federal y estatal para que encuentren una solución lo antes posible y garanticen el Deutschlandticket al precio inicial al menos hasta finales de 2025. "Sólo con un billete de autobús y tren asequible para todos y válido en todo el país será más fácil dejar el coche y hacer que la movilidad respetuosa con el clima sea realmente atractiva", afirmó Pop.
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Ramona Pop: “La discusión sobre subidas de precios está fuera de lugar”
Criticó que el futuro del billete de 49 euros ya estuviera en peligro unos 100 días después de su lanzamiento porque no había suficiente dinero. "No necesitamos otra disputa sobre el Deutschlandticket. Un debate sobre el aumento de precios está fuera de lugar si el Deutschlandticket quiere ser un componente central de la transición del transporte", afirmó Pop.
El Deutschlandticket está disponible desde el 1 de mayo. Según la Asociación Alemana de Empresas de Transporte (VDV), desde entonces se ha vendido hasta once millones de veces. El actual reglamento de financiación estipula que el gobierno federal aporta 1.500 millones de euros y los 16 estados federados aportan 1.500 millones de euros. El gobierno federal cubrirá cualquier costo adicional este año. Sin embargo, esta cuestión sigue sin resolverse para el futuro.
La Asociación Federal de Organizaciones de Consumidores (vzbv) advierte que el billete a Alemania podría encarecerse. Según Ramona Pop, miembro de la junta directiva de la vzbv, el precio actual de 49 euros ya es demasiado alto para algunos consumidores. Un aumento del precio pondría en peligro la aceptación del billete. Pop hizo un llamamiento a los gobiernos federal y estatal para que encuentren una solución y garanticen el billete para Alemania al precio inicial hasta al menos finales de 2025. Subrayó que sólo un billete para autobuses y trenes que fuera asequible para todos y válido en todo el país facilitaría el abandono del coche y haría realmente atractiva la movilidad respetuosa con el clima.
El debate sobre el aumento de precios está fuera de lugar, continuó Pop. Critica que apenas 100 días después del lanzamiento del billete de 49 euros, su futuro esté en peligro porque supuestamente no hay suficientes recursos financieros disponibles. El Deutschlandticket está disponible desde el 1 de mayo y, según la Asociación de Empresas de Transporte Alemanas (VDV), ya se ha vendido hasta once millones de veces. El actual reglamento de financiación estipula que el gobierno federal aporta 1.500 millones de euros y los 16 estados federados también aportan 1.500 millones de euros. El gobierno federal cubrirá cualquier costo adicional este año. Sin embargo, aún no está claro cómo se financiará el billete en el futuro.
Esta evolución puede tener un impacto en el mercado del transporte público y en el consumidor. Un aumento de precio del Deutschlandticket podría afectar a la demanda y disuadir a los usuarios potenciales que ya consideran que el precio actual es demasiado alto. Esto podría provocar una disminución del número de pasajeros del transporte público local y obstaculizar la consecución de los objetivos en materia de transición del transporte y reducción de las emisiones de CO2.
Además del posible impacto en el mercado y en los consumidores, también hay que tener en cuenta la situación financiera de los gobiernos federal y estatal. Para que el billete a Alemania se mantenga al precio inicial y los posibles costes adicionales corran a cargo del gobierno federal, es necesario encontrar mecanismos de financiación adecuados. De lo contrario, se podrían producir obstáculos en la financiación del Deutschlandticket y poner en peligro su futuro.
En general, el desafío es encontrar una solución que haga que el Deutschlandticket sea asequible tanto para los consumidores como para las autoridades financieramente responsables. Sólo así el Deutschlandticket podrá tener éxito como componente central de la transición del transporte y promover la movilidad sostenible.
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