Flavonoles en las bayas: por qué funcionan mejor solos: consejos de un experto financiero
Según un informe de www.presseportal.de, un estudio californiano publicado en la revista Food & Function muestra que los flavanoles contenidos en las bayas o las uvas sólo actúan en el organismo si no entran en contacto con la enzima polifenol oxidasa (PPO). Esta enzima se encuentra en 18 frutas, verduras y alimentos vegetales, incluidos plátanos y manzanas. Esto significa que los flavanoles apenas se retienen cuando las bayas se mezclan con alimentos que contienen PPO, como plátanos o manzanas, o se comen en rápida sucesión. Por ello, el Centro del Consumidor de Renania del Norte-Westfalia recomienda consumir bayas solas para conservar los valiosos flavanoles. Los resultados de este estudio podrían potencialmente impactar el mercado de alimentos saludables...

Flavonoles en las bayas: por qué funcionan mejor solos: consejos de un experto financiero
Según un informe de www.presseportal.de, un estudio californiano publicado en la revista Food & Function muestra que los flavanoles contenidos en las bayas o las uvas sólo actúan en el organismo si no entran en contacto con la enzima polifenol oxidasa (PPO). Esta enzima se encuentra en 18 frutas, verduras y alimentos vegetales, incluidos plátanos y manzanas. Esto significa que los flavanoles apenas se retienen cuando las bayas se mezclan con alimentos que contienen PPO, como plátanos o manzanas, o se comen en rápida sucesión. Por ello, el Centro del Consumidor de Renania del Norte-Westfalia recomienda consumir bayas solas para conservar los valiosos flavanoles.
Los resultados de este estudio podrían tener implicaciones para el mercado de alimentos saludables, particularmente aquellos que contienen bayas. Los fabricantes de batidos, mueslis y otros productos mixtos con frutos rojos podrían repensar su oferta y posiblemente desarrollar nuevos productos que tengan en cuenta las recomendaciones del Centro del Consumidor de Renania del Norte-Westfalia. Los consumidores también podrían cambiar su comportamiento de compra y buscar específicamente productos que respalden los patrones recomendados de consumo de bayas.
Queda por ver si reaccionará la industria alimentaria a estos nuevos hallazgos y cómo reaccionará y si se podrán observar cambios en el desarrollo de productos y el comportamiento de los consumidores.
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