Etiquetado de la miel: el origen debe ser más preciso

Etiquetado de la miel: el origen debe ser más preciso

La miel es un alimento muy popular en Alemania; los alemanes tienen el mayor consumo de miel del mundo, con 1,1 kilogramos por persona. Se utiliza de muchas maneras como edulcorante, ya sea en té, aderezo para ensaladas o para untar. Alrededor del 30 por ciento de la miel consumida proviene del país, mientras que la mayoría es importada, principalmente de países como Ucrania, Argentina y México.

A menudo existe un debate sobre si la miel es más saludable, especialmente en comparación con el azúcar de mesa. La miel se compone en un 80 por ciento de azúcares simples, fructosa y glucosa, y aporta alrededor de 300 kilocalorías por cada 100 gramos. Aunque la miel también contiene vitaminas, minerales y antioxidantes, las cantidades son tan pequeñas que su contribución al suministro es insignificante. Debido a su alto contenido de azúcar, la miel, al igual que el azúcar de mesa, debe usarse con moderación, ya que un consumo elevado y regular puede provocar obesidad y riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes.

Se debe tener precaución al calentar la miel, ya que las temperaturas superiores a 120 grados centígrados y la baja humedad permiten la formación de acrilamida, que puede aumentar el riesgo de cáncer. La miel tampoco es adecuada para bebés menores de 12 meses, ya que puede contener esporas de la bacteria Clostridium botulinum. El etiquetado transparente es otro tema en el que los consumidores exigen más claridad sobre el origen de la miel, especialmente cuando se trata de mezclas de diferentes países de origen.

La adulteración de la miel mediante la adición de jarabe de azúcar es un problema actual que ha sido expuesto a través de campañas como “Desde las Colmenas”. Alrededor del 46 por ciento de las muestras de miel examinadas no cumplían las normas. Aunque este no es un estudio representativo, se necesitan medidas para frenar el fraude. Los efectos de la miel estirada afectan principalmente a la confianza de los consumidores y podrían afectar negativamente a los apicultores profesionales de la UE.

Para identificar la miel estirada, es difícil comprobarlo usted mismo porque el sabor y la apariencia son muy similares a los de la miel original. Por tanto, corresponde a las empresas alimentarias y a las autoridades detectar los casos de fraude. En Alemania existen normas y distinciones claras entre diferentes tipos de miel, como “miel auténtica alemana”, “miel de apicultor”, “miel orgánica” y “miel de comercio justo”, que los consumidores deben tener en cuenta al hacer su selección.