El dinero climático tiene que llegar: el repostaje y la calefacción serán más caros en 2024

El dinero climático debe llegar ahora: Ramona Pop, Defensora Suprema del Consumidor

Según un informe de www.rnd.de,

El principal defensor de los consumidores de Alemania pide que se acelere el dinero climático. Ramona Pop, presidenta de la Asociación Federal de Organizaciones de Consumidores (VZBV), opina que el dinero climático prometido por la coalición del semáforo para los hogares privados debe llegar ahora. Critica que el precio del CO₂ siga aumentando, pero no se cumpla la compensación prometida mediante dinero climático.

Impacto en el mercado y el consumidor

A finales de año aumentará el impuesto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que encarecerá el repostaje y la calefacción. Los ya elevados costes energéticos seguirán aumentando debido al aumento del precio del CO₂. Se espera que el precio de la tonelada de CO₂ aumente hasta los 40 euros a partir de 2024, lo que supondrá mayores costes para los consumidores, especialmente para aquellos que utilizan combustibles fósiles.

Pop enfatiza que los consumidores necesitan una compensación por el aumento del precio del CO₂ y el consiguiente aumento del costo de vida. Además, el dinero climático puede contribuir de manera importante a una compensación justa por el aumento de los costes energéticos y a la aceptación de medidas de protección del clima. La demora en la introducción del dinero climático podría generar frustración y tensión financiera entre los consumidores.

Mecanismo de pago y financiación.

Aunque el ministro de Finanzas, Lindner, ha anunciado dinero climático para 2025, la financiación del Fondo para el Clima y la Transformación (KTF) sigue completamente abierta. Es importante que los consumidores reciban el pago del precio del carbono en su totalidad como dinero climático. Si el dinero climático no se introduce hasta 2025, los consumidores también tendrían que recibir sus pagos anteriores del precio del CO₂.

El proyecto de plan económico del KTF prevé que los ingresos derivados de la fijación del precio del CO₂ aumenten en unos 2.300 millones de euros. Sin embargo, todavía no existe ningún mecanismo de pago que garantice que los ingresos vuelvan a los ciudadanos a través del dinero climático.