Una nutrición saludable es inasequible para muchos: ¡Alemania en una emergencia alimentaria!
El artículo destaca el aumento de los precios de los alimentos y su impacto en la alimentación saludable en Alemania y EE.UU., especializándose en hogares con bajo presupuesto.
Una nutrición saludable es inasequible para muchos: ¡Alemania en una emergencia alimentaria!
En los últimos años, una alimentación saludable se ha vuelto cada vez más inalcanzable para muchas personas. La presión sobre los precios de los alimentos no sólo afecta a los hogares de EE.UU., sino también a los de Alemania. Según un informe de Amiga Alrededor del 90% de los ciudadanos estadounidenses afirman que una alimentación saludable se ha vuelto más cara. Casi el 70% de los encuestados ya no puede comer de forma saludable debido a los altos precios, lo que afecta especialmente a los hogares con un presupuesto reducido.
La clase media también lucha por cubrir el costo de alimentos saludables, mientras que más de un millón de personas en Estados Unidos mueren anualmente por enfermedades relacionadas con la dieta, como diabetes y ataques cardíacos. A pesar de estas cifras alarmantes, el 60% de los encuestados califica su dieta como “bastante saludable”, pero los expertos cuestionan la exactitud de esta autoevaluación. Un problema central es la falta de conocimiento sobre los nutrientes, que a menudo conduce a decisiones erróneas e inconscientes en materia de nutrición.
Datos sobre los aumentos de precios y sus causas.
Las condiciones en Alemania reflejan la situación en Estados Unidos. Los precios de los alimentos también están aumentando aquí y muchos consumidores confían en comparaciones de precios y alternativas más baratas. Según el Centro de asesoramiento al consumidor NRW Desde 2021 se ha producido un aumento del nivel general de precios de los alimentos de alrededor del 30 por ciento. Todos los grupos de alimentos se ven afectados, incluidos los alimentos básicos.
Los aumentos de precios se deben a varios factores. A ello influyen los mayores costes de energía y fertilizantes, así como la escasez de mano de obra y los aumentos de los costes de personal relacionados con el salario mínimo. Además, el cambio climático está provocando pérdidas de cosechas cada vez más frecuentes, lo que agrava aún más la situación.
Cambios en el comportamiento del consumidor.
Las ventas de platos preparados y snacks están aumentando en ambos países. Estos productos suelen contener ingredientes nocivos para la salud, como azúcar, grasas y sal. En Estados Unidos, el 70% de los alimentos se consideran altamente procesados. En Alemania también existe una tendencia a sustituir la comida casera por productos preparados baratos.
Los centros de atención al consumidor también observan aumentos ocultos de precios debido a menores cantidades de llenado y recetas modificadas. Los efectos negativos de una mala nutrición pueden aparecer después de sólo tres días, especialmente en las personas mayores. Se observa que la falta de educación nutricional comienza en la escuela y muchos niños no aprenden a cocinar por sí mismos.
En resumen, el precio, el acceso y el conocimiento son cruciales para lo que come la gente, tanto en Estados Unidos como en Alemania. Para promover una alimentación saludable, los centros de asesoramiento al consumidor piden revisiones políticas y antimonopolio para contrarrestar una posible explotación de la situación por parte de minoristas y fabricantes de alimentos.