Según un informe de www.sueddeutsche.de, los daños a la propiedad suelen ocurrir en Halloween cuando no hay dulces. En casos como éste, en los que la mostaza debajo del pomo de la puerta, la crema de afeitar en el coche o el pegamento en el ojo de la cerradura causan daños permanentes, surge la pregunta de quién es el responsable.
Según el centro de asesoramiento al consumidor de Renania del Norte-Westfalia, los autores conocidos deben responder de sus acciones. Sin embargo, la situación se vuelve más difícil si los autores son menores de siete años, porque hasta esa edad se considera que los niños son incapaces de cometer un delito y, por lo tanto, no son responsables.
En los casos en que los padres hayan incumplido su deber de supervisión, deben ser considerados responsables. Para evitar tales daños, los padres deben acompañar a sus hijos. En caso de que se produzcan daños, los niños también estarán asegurados en el seguro de responsabilidad familiar siempre que sean menores de 18 años o estén en periodo de formación.
Si no se puede encontrar a los autores, también puede reclamar contra su propio seguro. Por ejemplo, si la pared de la casa está manchada, el seguro de propietarios puede intervenir si también se asegura el vandalismo. Los daños a tu propio vehículo sólo están cubiertos por un seguro a todo riesgo. Sin embargo, el seguro parcial a todo riesgo cubre los daños causados por cristales y por incendio, según la Oficina de Atención al Consumidor de NRW.
El centro de atención al consumidor de Renania del Norte-Westfalia recomienda informar inmediatamente de cualquier daño a la compañía de seguros y también a la policía.
Esta información muestra que los daños a la propiedad en Halloween no sólo pueden ser molestos, sino que también pueden tener consecuencias financieras. Es importante que tanto los padres como las compañías de seguros tomen las medidas adecuadas para limitar los daños y cubrir los posibles costes.
