Seguro de coche en la vejez: ¿discriminación o justificado? Un experto financiero lo explica

Seguro de coche en la vejez: ¿discriminación o justificado? Un experto financiero lo explica

Según un informe de www.nordkurier.de, Huk-Coburg cobra a los conductores mayores una prima de seguro significativamente más alta que a los conductores más jóvenes. En un caso concreto, esto supuso que un asegurado de 86 años tuviera que pagar tres veces más que su pareja de 62 años. El pensionista se siente perjudicado por esta discriminación por edad y señala que, estadísticamente, la mayoría de las personas que provocan accidentes tienen entre 18 y 24 años.

El experto financiero Stephan Tietz, del centro de asesoramiento al consumidor de MV, explica que en el seguro de vehículos son habituales los recargos por edad, a veces a partir de los 60 años. Aconseja a las personas mayores que comparen las ofertas de diferentes aseguradoras, ya que el balance de daños representa una base más precisa para el importe de la prima que un recargo fijo por edad. La Ley General de Igualdad de Trato permite tales diferencias siempre que estén objetivamente justificadas. La Asociación General de Aseguradores afirma que, según datos de la Oficina Federal de Estadística, tanto los conductores jóvenes como los mayores provocan un mayor número de accidentes.

Las aseguradoras también destacan que los años sin siniestros conllevan una bonificación por no siniestros, lo que puede mitigar el recargo por edad. La estructura de tarifas se basa en las recomendaciones de la GDV y, además del descuento por no siniestralidad, también tiene en cuenta criterios regionales y relacionados con el tipo.

Dada esta información, es seguro asumir que la discriminación por edad en los seguros de automóviles puede tener implicaciones financieras importantes, especialmente para los consumidores mayores. Es posible que las personas mayores tengan que pagar primas significativamente más altas a pesar de haber conducido sin sufrir accidentes durante muchos años. Esto puede generar tensiones financieras y limitar la movilidad en la vejez. Además, la práctica de primas por edad en los seguros de automóviles plantea cuestiones éticas y podría dar lugar a críticas públicas a la industria.