Las compañías de seguros dan por perdidos los Teslas casi nuevos como pérdidas totales tras accidentes. ¿Está esto justificado?

Las compañías de seguros dan por perdidos los Teslas casi nuevos como pérdidas totales tras accidentes. ¿Está esto justificado?

Según un informe de amp.focus.de, las compañías de seguros contabilizan los Teslas casi nuevos como pérdidas totales tras un accidente. Esto sucede a pesar de que muchos vehículos tienen poco kilometraje y, en teoría, aún podrían repararse. El motivo de esta decisión probablemente se deba, entre otras cosas, al elevado precio de reposición de la batería, que conlleva un mayor riesgo de incendio en los coches eléctricos averiados. Además, también influyen los costosos sensores y componentes electrónicos de los modernos sistemas de asistencia, lo que aumenta aún más los costes de reparación.

Según la propia investigación de Reuters, compañías de seguros como State Farm, Geico y Progressive rápidamente dan por perdidos a los Teslas como pérdidas totales a pesar de los daños menores en la carrocería y los nuevos precios elevados. Esto sucede a menudo, aunque en teoría todavía valdría la pena repararlo. Sin embargo, según el informe, se calculan costes de reparación de hasta 50.000 dólares, por lo que las aseguradoras prefieren etiquetar los coches eléctricos como pérdida total.

Los costes de sustitución de la batería ascienden a sumas elevadas de cinco cifras para distintos fabricantes. Por ejemplo, Mercedes-Benz y Smart cobran precios elevados por la sustitución de baterías dañadas. La gran cantidad de sensores y componentes electrónicos para los sistemas de asistencia modernos en los vehículos también incrementa los costes de reparación, independientemente del tipo de conducción del vehículo. Esto también afecta a la clasificación aseguradora de los vehículos.

Sin embargo, Tesla ya está planeando cambios en el diseño y el software del vehículo para reducir los elevados costes de reparación y, con ello, las primas que cobran las compañías de seguros. Sin embargo, cabe señalar que lidiar con baterías dañadas y con aparatos electrónicos modernos representa un desafío para los talleres de reparación de automóviles y las compañías de seguros y también tiene un impacto en los consumidores.