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Estados federados en crisis: ¿quién pagará las nuevas leyes fiscales?
En el acuerdo de coalición, los estados federados exigen al gobierno federal responsabilidad financiera por las reformas fiscales: se explican sus efectos y detalles.
Estados federados en crisis: ¿quién pagará las nuevas leyes fiscales?
La implementación del último acuerdo de coalición en Alemania plantea serias dudas sobre la responsabilidad financiera entre los gobiernos federal y estatal. como el Periódico del sur de Alemania Según los informes, la adopción de leyes individuales podría generar pérdidas fiscales por valor de miles de millones para los estados federados. Esto es especialmente preocupante para las capitales de los estados, que ven su planificación financiera seriamente perjudicada.
Por lo tanto, los estados federados exigen que el gobierno federal también cubra financieramente los costes derivados de sus propias medidas. En este contexto se cita a menudo la expresión “Quien encarga la música tiene que pagarla”. Esto ilustra el punto de vista de muchos gobiernos estatales: si el gobierno federal inicia o amplía servicios, también debe garantizar su financiación. El acuerdo de coalición establece: “Cualquiera que inicie o amplíe un servicio deberá pagar su financiación”.
Responsabilidad financiera y conectividad causal
Una preocupación central del acuerdo de coalición entre la CDU, el CSU y el SPD es el “principio de conectividad causal”. Este principio establece que las decisiones legislativas del gobierno que conducen a mayores gastos o menores ingresos para los estados federales y municipios también deben estar financieramente equilibradas. Esta regulación tiene como objetivo garantizar que los estados no sufran una carga indebida cuando el gobierno federal contrae nuevas obligaciones financieras.
El debate sobre este punto es actualmente particularmente explosivo, ya que desde Berlín hay numerosas iniciativas que podrían tener un impacto significativo en la política presupuestaria de los estados federados. Un ejemplo de ello es el ajuste previsto de la asignación para viajeros y posibles cambios en el impuesto de restauración. Si estas medidas no se financian adecuadamente, podrían suponer una pesada carga para las arcas de muchos estados federales.
El problema no es nuevo, ya que en el pasado ha habido tensiones repetidas entre los gobiernos federal y estatal con respecto al financiamiento de los servicios requeridos. Los estados federados temen tener que soportar la carga mientras el gobierno federal toma las decisiones.
En vista de las discusiones en curso y la amenaza de pérdidas financieras, los estados federados expresan claramente sus exigencias de transparencia y apoyo financiero del gobierno federal. El éxito de la nueva legislación podría depender en última instancia de hasta qué punto se alcance un acuerdo sobre la financiación de estas medidas.
Puede encontrar más información sobre los temas locales relevantes del acuerdo de coalición en el sitio web SGK federal se puede ver.