Jubilarse a los 63 años muestra serios problemas en el sistema de pensiones: los expertos recomiendan abolirlo.

El mal desarrollo de la “pensión a los 63” indica problemas en el sistema de pensiones

Según un informe de rp-online.de El número de solicitudes de “pensión a los 63 años” aumentó considerablemente en 2021 y alcanzó un nivel récord. Con un total de 245.000 solicitudes en los primeros nueve meses del año, esta evolución muestra claramente que existen graves problemas en el sistema de pensiones.

La “pensión a los 63 años” se introdujo en 2014 como regulación especial para personas con 45 años de seguro. Permite a los asegurados jubilarse a los 63 años sin tener que aceptar deducciones. En realidad, este reglamento tenía como objetivo permitir que las personas con una larga trayectoria laboral pudieran jubilarse antes.

Aunque es importante garantizar la protección de la confianza para las solicitudes que actualmente están pendientes, en mi opinión es aconsejable dejar que expire la “pensión a los 63 años” y abolirla. El creciente número de solicitudes muestra que el sistema no sólo lo utilizan unas pocas personas, sino que se utiliza de forma amplia. Esto plantea la cuestión de si el sistema de pensiones es capaz siquiera de hacer frente a la necesidad de una jubilación anticipada.

Abolir la opción de “jubilación a los 63 años” podría tener graves implicaciones para el mercado y el sector financiero. Por un lado, esto significaría que más personas tendrían que permanecer trabajando durante más tiempo para asegurar su sustento. Podría conducir a un aumento en la oferta de trabajadores, lo que a su vez podría aumentar la competencia por los empleos y potencialmente conducir a una disminución de los salarios.

Por otro lado, las contribuciones a las pensiones aumentarían porque se jubilan menos personas y, por lo tanto, se realizan menos pagos al fondo de pensiones. Esto daría lugar a que el seguro de pensiones tuviera mayores gastos y menos ingresos, lo que podría generar desafíos financieros a largo plazo.

Por lo tanto, existe una necesidad urgente de repensar el sistema de pensiones y encontrar soluciones a largo plazo para satisfacer las necesidades de las personas mayores. Esto podría incluir, por ejemplo, un plan de pensiones flexible que permita a las personas decidir individualmente cuándo se jubilan, en función de su situación financiera y de salud.