Un millón de centrales eléctricas para balcones: ¡el nuevo boom solar en Alemania!

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Actualmente hay en Alemania más de un millón de centrales eléctricas de balcón. Estos pequeños sistemas solares están en auge y apoyan la transición energética.

Aktuell gibt es in Deutschland über eine Million Balkonkraftwerke. Diese kleinen Solaranlagen boomen und unterstützen die Energiewende.
Actualmente hay en Alemania más de un millón de centrales eléctricas de balcón. Estos pequeños sistemas solares están en auge y apoyan la transición energética.

Un millón de centrales eléctricas para balcones: ¡el nuevo boom solar en Alemania!

Actualmente existen en Alemania alrededor de un millón de centrales eléctricas para balcones, también conocidas como dispositivos solares enchufables. Esta cifra se ha duplicado aproximadamente en un año. Según el director general de BSW, Carsten Körnig, supone que el dispositivo número un millón ya está en funcionamiento. Las centrales eléctricas para balcones son pequeños sistemas solares que suelen instalarse en balcones y tienen una carga conectada de 800 vatios. Cuando brilla el sol, suministran energía a la red doméstica a través de un enchufe y el excedente se suministra a la red pública de forma gratuita.

El registro de datos del mercado muestra actualmente 975.583 sistemas en funcionamiento, de los cuales alrededor de 20.000 están apagados temporal o permanentemente. Sin embargo, estas cifras a menudo se quedan atrás, ya que normalmente no alcanzan el número real de centrales eléctricas de balcón. A principios de junio de 2024 ya se superó el medio millón de centrales eléctricas de balcón y BSW todavía no ve un final a la vista para el crecimiento en el futuro. Mucha gente puede imaginarse instalando estos dispositivos, especialmente teniendo en cuenta el aumento de los precios de la electricidad tras el inicio de la guerra de Ucrania, que se considera la chispa inicial del boom.

Detalles técnicos y funcionalidad.

Las centrales eléctricas para balcones constan de módulos fotovoltaicos, un inversor, cables de conexión y una subestructura. Generan corriente continua, que a través del inversor se convierte en corriente alterna para introducirla en el circuito consumidor. Estos pequeños sistemas ofrecen una forma sencilla de utilizar la electricidad autogenerada y apoyan activamente la transición energética, especialmente para los inquilinos. Pueden servir como precursores de sistemas de tejados fotovoltaicos más grandes, pero la contribución a la generación de electricidad es pequeña en comparación con los sistemas más grandes.

La Ley de Energías Renovables (EEG) define los dispositivos solares enchufables que sólo requieren inscripción en el registro de datos del mercado con una potencia de módulo de hasta 2.000 vatios y una potencia de inversor de hasta 800 vatios. Se permite la tolerancia temporal de contadores que van hacia atrás hasta que sean reemplazados por contadores bidireccionales. Los profanos pueden realizar ellos mismos el encargo bajo determinadas condiciones.

Distribución y valor de mercado.

La distribución geográfica de las centrales eléctricas de balcón en Alemania muestra que la mayoría de las centrales en funcionamiento se encuentran en Renania del Norte-Westfalia (194.077) y Baviera (148.284), seguidas de Baja Sajonia (127.879) y Baden-Württemberg (127.665). En ciudades como Hamburgo (7.202) y Bremen (5.118) hay muchos menos sistemas, lo que se debe a una menor densidad en las ciudades-estado debido a que hay menos lugares de instalación adecuados.

Los precios de las centrales eléctricas para balcones han bajado en los últimos años, lo que normalmente se amortiza en unos pocos años. Los operadores pueden registrar sus sistemas sin tarifa de alimentación, ya que la tarifa de alimentación para los dispositivos solares enchufables es baja (alrededor de 10 euros al año por 600 vatios). El éxito económico depende en gran medida de la electricidad que usted mismo consume.

El almacenamiento en baterías suele ser antieconómico para los dispositivos solares enchufables porque sus costos de adquisición son altos y su uso es limitado. Además, la producción de almacenamiento en baterías utiliza recursos cuyos beneficios para la transición energética son cuestionables.