Transición energética: los costes de la electricidad se mantienen constantes a pesar de las energías renovables
Descubra por qué los costes de la electricidad no bajan a pesar de la expansión de las energías renovables. Lo explica la economista Veronika Grimm. Nuevas perspectivas sobre la transición energética.

Transición energética: los costes de la electricidad se mantienen constantes a pesar de las energías renovables
A medida que la transición energética siga avanzando, la proporción de energías renovables en el sistema eléctrico seguirá aumentando. Sin embargo, la disminución del coste de estas fuentes de energía renovables en los próximos años no significa necesariamente una disminución correspondiente en el coste total de la electricidad. La economista Veronika Grimm de la Universidad Técnica de Nuremberg y su equipo critican el concepto común de coste nivelado de la energía (LCOE), que tiene en cuenta los costes medios de construcción y funcionamiento de una central eléctrica.
La electricidad procedente de la energía eólica terrestre cuesta actualmente alrededor de 5,49 céntimos por kilovatio hora, mientras que la electricidad procedente de sistemas solares montados en tierra cuesta 4,07 céntimos. Las previsiones suponen que, en particular, los módulos solares serán aún más baratos en el futuro, lo que podría reducir los costes hasta 4,69 céntimos para la energía eólica y 2,59 céntimos para la energía solar en 2040. Sin embargo, los autores señalan que los costes de producción de electricidad por sí solos no son suficientes para reflejar adecuadamente los costes futuros de la electricidad.
Los autores proponen un nuevo indicador llamado LCOLC (Costo nivelado de cobertura de carga) para medir el costo de la electricidad para cubrir la demanda. Esto también tiene en cuenta la necesidad de centrales de almacenamiento, de gas y de vapor, así como de futuras centrales eléctricas de hidrógeno reconvertidas, para cubrir los huecos de suministro en la oscuridad o cuando no hay viento. En un escenario con un uso extensivo de diversas tecnologías, el coste de la electricidad en 2040 podría ser de 7,85 céntimos.
Los autores enfatizan que sus cálculos deben entenderse como modelos simplificados y no pretenden servir como predicciones de costos concretas. El objetivo es hacer más objetivo el debate sobre la expansión de las energías renovables y también tener en cuenta las tecnologías adicionales necesarias. Las decisiones sobre el suministro de energía no deberían retrasarse, ya que esto podría aumentar los costos en lugar de reducirlos. Una demanda más flexible y una mayor integración en el mercado eléctrico europeo son otros factores que deberían tenerse en cuenta en el debate sobre los futuros costes de la electricidad.