La Comisión de la UE planea un aplazamiento: ¡La Ley de Cadena de Suministro bajo crítica!
La presidenta de la Comisión de la UE, von der Leyen, presenta nuevas medidas económicas, incluidos cambios en la ley de la cadena de suministro.

La Comisión de la UE planea un aplazamiento: ¡La Ley de Cadena de Suministro bajo crítica!
El 26 de febrero de 2025, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, presentó nuevos planes de la UE que incluyen cambios de gran alcance en el ámbito de la ley de la cadena de suministro. En consecuencia, la ley debería posponerse dos años y su diseño debería desactivarse. Estas medidas fueron objeto de duras críticas por parte del SPD y de los Verdes.
Un punto central de los cambios es que en el futuro el cumplimiento de las normas medioambientales y de derechos humanos sólo debería ser garantizado por socios comerciales directos. Esto limita significativamente la protección en toda la cadena de suministro. Además, se deben simplificar los requisitos de información sobre sostenibilidad para adaptarse a la economía europea, que exige una reducción de la burocracia.
Ley de Cadena de Suministro: Deficiencias previas y críticas
La ley alemana sobre la cadena de suministro, que entró en vigor el 1 de enero de 2022, tiene lagunas importantes, especialmente en lo que respecta a la protección del medio ambiente y los derechos humanos, como paz verde informó. El control de las normas sólo se produce al final de la cadena de valor, lo que significa que muchos daños ambientales que normalmente ocurren al comienzo de la cadena de suministro no se abordan adecuadamente.
La ley sólo se aplica a los proveedores directos, lo que significa que las empresas sólo tienen que actuar si existe una sospecha razonable de daño medioambiental. Esto representa una debilidad importante, ya que los aspectos medioambientales sólo se tienen en cuenta de forma muy limitada y algunos sectores de riesgo, como la industria textil, están excluidos de la normativa.
Además, no existen normas específicas de responsabilidad por incumplimiento del deber de diligencia. Es difícil responsabilizar a las empresas, lo que dificulta hacer cumplir las normas y proteger los derechos humanos y el medio ambiente. A partir del 1 de enero de 2023, inicialmente solo se contabilizarán unas 600 empresas con más de 3.000 empleados, lo que ha suscitado críticas. Greenpeace exige que en el futuro también se incluyan en la ley las empresas más pequeñas de sectores de riesgo, ya que esto es necesario para lograr mejoras integrales en los ámbitos de la protección del medio ambiente y los derechos humanos.
Empresas como Symrise, Tchibo y Beckers Bester ya han pedido mejoras en la ley para abordar estas deficiencias.