Los expertos piden una reducción radical de las emisiones: ¡la UE se enfrenta a un cambio climático histórico!

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Los expertos piden un nuevo objetivo climático para la UE con el fin de asegurar de forma sostenible la economía y la competitividad de aquí a 2040.

Experten fordern ein neues Klimaziel für die EU, um die Wirtschaft und Wettbewerbsfähigkeit bis 2040 nachhaltig zu sichern.
Los expertos piden un nuevo objetivo climático para la UE con el fin de asegurar de forma sostenible la economía y la competitividad de aquí a 2040.

Los expertos piden una reducción radical de las emisiones: ¡la UE se enfrenta a un cambio climático histórico!

En un nuevo informe, el Consejo Asesor Europeo sobre el Clima ha hecho una recomendación concisa para proteger la economía de la UE: las emisiones de gases de efecto invernadero deberían reducirse entre un 90 y un 95 por ciento para 2040 en comparación con 1990. Este requisito se considera crucial para garantizar la competitividad y la seguridad energética de la Unión en tiempos geopolíticamente inciertos. El informe es una continuación de una recomendación similar de 2023 y enfatiza la necesidad de un objetivo intermedio vinculante para 2040, que aún falta. Un objetivo fijado para 2030 exige reducir las emisiones en un 55 por ciento en comparación con 1990, un objetivo que la Comisión de la UE considera factible. Informes de utopía que se espera una propuesta de ley vinculante a principios de julio de 2025.

La Comisión de la UE, bajo la presidencia de Ursula von der Leyen, recomendó anteriormente reducir las emisiones netas en al menos un 90 por ciento para 2040. Sin embargo, actualmente existe la preocupación de que algunos miembros del Parlamento Europeo y varios estados de la UE estén cuestionando este ambicioso objetivo. Para alcanzar los objetivos, la Comisión planea crear más flexibilidad, incluido el reconocimiento de certificados climáticos de países no pertenecientes a la UE. Sin embargo, el Consejo Asesor sobre el Clima sugiere renunciar a los créditos de emisiones internacionales y, en cambio, confiar en medidas intraeuropeas.

Las emisiones de Alemania en el contexto de los objetivos de la UE

Como parte de los objetivos climáticos de la UE, Alemania ya ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 48 por ciento en comparación con 1990. Informes Tagesschau En 2024 se emitieron 656 millones de toneladas equivalentes de CO2, una disminución del 3 por ciento en comparación con el año anterior. Esta reducción marca el tercer año consecutivo en que las emisiones caen a niveles vistos por última vez en la década de 1950.

A pesar de este progreso, Alemania ha incumplido el objetivo climático de la UE por 12 millones de toneladas de CO2, y las emisiones del transporte y los edificios contribuyen significativamente. Lo que fue particularmente notable fue una disminución del 44 por ciento en la demanda de bombas de calor y una disminución del 26 por ciento en las nuevas matriculaciones de automóviles eléctricos. Las emisiones de los edificios y del tráfico disminuyeron cada una en 2 millones de toneladas, principalmente debido al clima templado y a la reducción del tráfico de camiones. Sin embargo, el tráfico de vehículos aumentó, lo que provocó que se superaran los subobjetivos en el sector de la construcción y el tráfico.

Mirando hacia el futuro: los objetivos climáticos de Alemania

Alemania pretende reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 65 por ciento hasta 2030 en comparación con 1990 y aspira a ser climáticamente neutral hasta 2045. Mientras tanto, el país tiene que comprar derechos de contaminación a otros países para evitar posibles multas. Al mismo tiempo, no se pueden ignorar las emisiones industriales, que han aumentado en 3 millones de toneladas de CO2, debido principalmente al mayor consumo de combustibles fósiles.

Un punto positivo de la política climática alemana es la alta proporción de energías renovables, que en 2024 ya representarán el 55 por ciento del consumo de electricidad. Para ello, se cerraron 6,1 gigavatios de capacidad de centrales eléctricas de carbón, lo que corresponde al 16 por ciento de la capacidad de carbón instalada. Los ingresos por la venta de derechos de contaminación alcanzaron un récord de 18.500 millones de euros y fluyen hacia el fondo climático y de transformación para promover proyectos como la renovación de edificios energéticamente eficientes y la economía del hidrógeno.