Decisión sobre un impuesto mínimo global: un experto financiero evalúa la implementación de Alemania

Decisión sobre un impuesto mínimo global: un experto financiero evalúa la implementación de Alemania

Según un informe de www.hl-live.de, los miembros del Bundestag alemán han decidido implementar el impuesto mínimo global para Alemania. El miembro del Bundestag Tim Klüssendorf (SPD) habló en el Bundestag sobre la justicia fiscal global y apoyó la resolución.

El impuesto mínimo global para empresas se introducirá a partir de 2024 y será de al menos el 15%. Se trata de un paso importante para evitar la evasión fiscal mediante el traslado de beneficios a paraísos fiscales. Además, se debe frenar la competencia entre estados con tipos impositivos más bajos. Se espera que la introducción de este impuesto mínimo genere ingresos fiscales adicionales de alrededor de mil millones de euros para Alemania.

El impuesto mínimo se aplica a los grupos empresariales activos a nivel nacional e internacional con un volumen de negocios superior a 750 millones de euros. La posterior imposición de los beneficios empresariales que no están sujetos a impuestos o que lo están a tipos bajos garantiza una tributación mínima del 15 por ciento. Además, la imposición mínima se implementará de conformidad con la Directiva de Imposición Mínima de la UE, incluidas las normas de simplificación acordadas internacionalmente.

Como experto financiero, puedes utilizar esta información para analizar que el impuesto corporativo mínimo global tendrá un impacto significativo en la tributación de las grandes corporaciones. Los ingresos adicionales de alrededor de mil millones de euros para Alemania podrían tener un impacto en el déficit nacional, así como en las inversiones gubernamentales y los programas sociales. Además, los modelos de planificación fiscal agresiva son cada vez menos atractivos, lo que podría conducir a una cierta equidad en la tributación de las empresas.

La introducción de este impuesto mínimo también podría tener un impacto en la competencia de localización internacional, ya que establece un límite más bajo para las tasas impositivas. En el futuro, las empresas tendrán que prestar más atención a los países en los que generan sus beneficios y a cómo los gravan. A largo plazo, esto podría conducir a una armonización de los sistemas tributarios e influir en la competencia fiscal internacional.