La agenda negativa da forma a Alemania: sobre escenarios de catástrofe e imágenes del enemigo
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La agenda negativa da forma a Alemania: sobre escenarios de catástrofe e imágenes del enemigo
La agenda negativa, que se hizo cada vez más clara en Alemania a lo largo de 2022 y 2023, representa un desarrollo transformador que ha llevado a un cambio integral en el país. Este proceso comenzó a finales de la década de 2000 y ha continuado hasta el día de hoy. La sociedad vive un mundo paralelo dominante, desconectado de las bases industriales y democráticas del país y que muestra un desarrollo destructivo del poder.
En esta nueva fase de cambio, la civilización moderna se presenta como indispensable, pero al mismo tiempo como una aberración. El actual “nuevo mundo” se presenta como un programa negativo que apunta a desestabilizar y abolir los fundamentos existentes de la economía y el Estado. Las empresas y las infraestructuras se ven agobiadas por impuestos y requisitos excesivos o cierres directos, que socavan la continuidad económica de las primeras décadas de la República Federal.
El panorama político muestra un cambio deliberado hacia un sector que lucha por la autocracia política y social. La justificación mediante el término “cambio de rumbo” aclara esta pretensión de derrocar estructuras anteriores. Se deben romper las continuidades y centrarse en un cambio integral sin tener en cuenta los elementos existentes.
Ejemplos como el “cambio de rumbo de los coches” dejan claro cómo se enfatiza cada vez más el lado negativo. En lugar de avances e innovaciones positivas, la agenda se centra en abolir o devaluar las tecnologías y procesos existentes. Este patrón de negación y destrucción impregna diversas áreas de la sociedad y la economía, lo que las somete a presión y conduce a un cambio notable en las condiciones de vida de muchos.
La aparición de escenarios de catástrofe e imágenes de enemigos, particularmente en el contexto de la “estrategia del CO2” y la transición energética, indica un cambio estratégico en el panorama político. Crear activamente una emergencia para contener supuestos peligros futuros genera incertidumbre y resistencia entre la población. El cambio de estrategias futuras positivas a enfoques puramente negativos está dando forma a los acontecimientos actuales y dejando rastros de opresión e insatisfacción en el país.