Pesimismo en la economía alemana: ¡los expertos advierten sobre una crisis!

El ánimo en la economía alemana ha llegado a un punto bajo. Según una encuesta reciente realizada por popa.de Como se publicó, muchas asociaciones empresariales miran al futuro con gran preocupación. Las razones de este pesimismo radican en los altos costos, mucha burocracia y crisis globales. De las 49 asociaciones encuestadas, 31 califican la situación actual como peor que el año pasado. Sólo cuatro sectores económicos, entre ellos la eliminación de residuos, los seguros, las ferias y el sector inmobiliario, registran una mejora.

Michael Hüther, director del Instituto Económico Alemán (IW), califica la situación actual de preocupante y compleja. El próximo gobierno federal enfrenta el desafío de crear una perspectiva económica sostenible. En comparación con la encuesta anterior, el número de optimistas para 2025 ha aumentado, pero todavía predominan los pesimistas. 20 de 49 asociaciones empresariales esperan una disminución de la producción durante el próximo año. 13 asociaciones suponen que los valores seguirán siendo los mismos, mientras que 16 predicen un aumento de la producción. También es preocupante la previsión de recortes de empleo: 25 asociaciones esperan una disminución del empleo, mientras que sólo siete esperan más empleados. Entre las industrias que podrían recortar empleos se encuentran la siderurgia, la ingeniería mecánica, la automoción y la construcción. Sin embargo, la industria farmacéutica, la construcción de aviones y naves espaciales y las empresas de transporte de mercancías informan cosas positivas.

Desafíos económicos y conciencia de crisis

La economía alemana no sólo se enfrenta a desafíos a nivel nacional, sino que también está experimentando una recesión económica. En un informe de mundo.de señala varios factores que contribuyen a la situación actual: aumentos de los tipos de interés, una economía mundial debilitada e incertidumbres tras un compromiso presupuestario. Rainer Dulger, presidente de la patronal, describe la situación como una grave crisis económica, mientras que el presidente de DIHK, Peter Adrian, habla de tiempos difíciles para la economía alemana. Las previsiones para 2023 indican una disminución de la producción económica, mientras que para 2024 sólo se espera un crecimiento mínimo.

Las empresas dudan a la hora de realizar inversiones porque falta planificación. Una encuesta del IW encontró que 23 de 47 asociaciones empresariales esperan una disminución en la producción o la actividad comercial. Quince sectores esperan que la actividad económica se mantenga igual, mientras que nueve esperan niveles de producción más altos. Adrian pide más seguridad en la planificación y advierte de una continuación de la recesión. Siegfried Russwurm, presidente de la Federación de Industrias Alemanas, califica la industria de una situación crítica. A pesar de la escasez de trabajadores calificados, los problemas de empleo persisten en varios sectores.

Dulger pide un cambio de rumbo por parte del gobierno federal y un “momento de la Agenda 2010” para promover la competitividad de Alemania. Llama la atención sobre los elevados costes energéticos, impuestos, aranceles y salarios en comparación con otros países europeos. También destaca la necesidad de remediar la situación educativa y reducir la burocracia. Adrian pide un cambio en la política económica y de localización. Si bien algunas decisiones gubernamentales en materia de planificación, aprobación y desarrollo de infraestructuras se consideran positivas, Dulger advierte sobre la disminución de las decisiones de inversión a favor de países extranjeros. Cada vez más empresas medianas trasladan su producción al extranjero debido a las condiciones poco atractivas en Alemania.