La economía de guerra rusa al límite: ¡el sector civil se derrumba!
La economía de guerra de Rusia está estancada: el sector civil y los fondos soberanos están sufriendo, mientras que el gasto militar está aumentando.

La economía de guerra rusa al límite: ¡el sector civil se derrumba!
La economía rusa está bajo presión y al límite de su capacidad económica en tiempos de guerra. Según informes oficiales, según lo informado por finanzmarktwelt.de Los estudios publicados muestran que el sector civil está cada vez más relegado a un segundo plano mientras que el gasto gubernamental con fines militares aumenta. Esta evolución da como resultado un Fondo Nacional de Riqueza (NWF) cada vez más reducido, cuyos activos líquidos han caído de 8,8 billones de rublos a sólo 3,39 billones de rublos. Los expertos temen que el NWF se agote en unos dos años.
Aunque la economía rusa no ha caído oficialmente en recesión, las cifras sugieren un crecimiento del PIB real de menos 9% desde julio de 2023. Las inversiones masivas en el ejército, que según el presupuesto podrían representar alrededor del 40% del presupuesto, no son suficientes para estabilizar la economía en general. Los ingresos por exportaciones de combustibles fósiles han caído a menos del 40% de los niveles anteriores a la guerra, sufriendo las sanciones occidentales y la caída de los precios de las materias primas. En este contexto, el Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, declaró su compromiso con la expansión de la industria de defensa.
La economía de guerra y sus consecuencias.
Una economía de guerra que subordina todo al objetivo de la guerra conduce a enormes cambios estructurales económicos. Deutschlandfunk informa que Rusia invierte alrededor del siete por ciento de su producción económica en el ejército, aproximadamente el doble que antes del inicio del conflicto. A pesar de estas inversiones, ciertas características de una economía de guerra integral, como las que se observaron en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, todavía no están plenamente presentes en Rusia, según la economista Janis Kluge.
El sector militar ha creado numerosos puestos de trabajo desde el inicio de la guerra; Se estima que se han creado alrededor de medio millón de puestos de trabajo en la industria de defensa. Sin embargo, esto está sucediendo en un entorno de inflación persistente, que está aumentando a pesar de una tasa de interés clave del 21% y una tasa de inflación mensual estimada que varía entre el 15 y el 17%. El sector civil de la economía lleva más de un año estancado y el crecimiento real sigue siendo negativo.
Perspectivas a largo plazo de la economía rusa
Los analistas advierten que sin diversificar la economía, Rusia podría caer en la insignificancia. La demanda de combustibles fósiles se estancará hasta 2030 y disminuirá posteriormente. Esto impacta negativamente los niveles generales de prosperidad económica, ya que el presupuesto militar sigue siendo insostenible sin una economía civil próspera. Rusia podría perder relevancia en el mercado global, especialmente frente a China, uno de sus mayores clientes, que ha reducido un 8% las importaciones de combustibles fósiles desde febrero del año pasado.
Los acontecimientos actuales en Rusia indican que los efectos de la economía de guerra tendrán consecuencias generalizadas y de largo plazo para toda la economía. La tendencia al estancamiento y la disminución de los ingresos provenientes de la exportación de materias primas es alarmante y podría afectar significativamente la resiliencia del país en un entorno geopolítico ya tenso.