La industria siderúrgica rusa al borde del abismo: ¿Dónde está la ayuda para 600.000 puestos de trabajo?
La industria siderúrgica de Rusia se enfrenta a los desafíos de la crisis: las altas tasas de interés clave y la disminución de las exportaciones amenazan los empleos y la producción.

La industria siderúrgica rusa al borde del abismo: ¿Dónde está la ayuda para 600.000 puestos de trabajo?
La industria siderúrgica rusa se encuentra en un estado alarmante. Ya se vislumbran recortes de producción y posibles cierres de fábricas, lo que está teniendo un impacto significativo en toda la economía del país. Alexander Shevelev, director de un importante productor de acero, advierte que Rusia podría producir potencialmente hasta seis millones de toneladas métricas menos de acero en 2025, alrededor del 10 por ciento de la producción de 2024. Esta evolución se ve exacerbada por la caída de la demanda interna y el aumento de los costos de exportación.
Según las previsiones actuales, el consumo de acero en Rusia podría caer de 43 a 45 millones de toneladas a sólo 39 millones de toneladas. Esto se debe en particular a la elevada inflación, que actualmente se sitúa en el 9,9 por ciento, y a los extremos tipos de interés oficiales del 20,0 por ciento. Estas tasas de interés imponen una carga significativa a las empresas, ya que dificultan las inversiones y, por lo tanto, frenan el crecimiento económico. Vladimir Putin ya ha pedido medidas para reducir los tipos de interés clave; el último ajuste se producirá ligeramente en junio de 2023.
Exportaciones en crisis
Los efectos de estas condiciones económicas son graves: las exportaciones de acero, una industria clave para Rusia, han caído drásticamente en los últimos años. En 2023, las exportaciones de acero fueron de sólo 11,6 millones de toneladas, una disminución del 27 por ciento en comparación con el año anterior. En los años comprendidos entre 2015 y 2023, las exportaciones cayeron un total del 22,3 por ciento. Rusia fue alguna vez el tercer mayor exportador de acero del mundo en 2017, enviando 33,3 millones de toneladas al extranjero.
En la industria siderúrgica rusa trabajan unas 600.000 personas, que generan alrededor del diez por ciento de los ingresos por exportaciones del país. El elevado desempleo en este sector podría tener consecuencias sociales devastadoras si las empresas realmente quiebran. Si bien el gobierno está considerando implementar exenciones fiscales y ajustes regulatorios para apoyar a la industria del acero, aún no está claro si habrá suficientes recursos financieros para brindar una asistencia efectiva.
Una ventana de tiempo crítica
Por lo tanto, la situación no sólo es crítica desde el punto de vista económico, sino también socialmente crítica. Dos altos funcionarios advirtieron que los recursos esenciales en el país podrían agotarse. Las circunstancias obligan a la industria a adaptarse a cambios de gran alcance, mientras que las oportunidades de exportación están en juego debido a la fortaleza del rublo y la política de altas tasas de interés. Los programas de inversión ya se han recortado, lo que somete a las empresas a una presión aún mayor.
En general, el futuro de la industria siderúrgica rusa es vulnerable. Para responder a los desafíos, la industria no sólo necesita ajustes estratégicos, sino también apoyo urgente del gobierno.