Inflación estable: no todo está claro para la economía”
Una inflación estable no es motivo para dar el visto bueno: descubra por qué la economía todavía necesita seguir avanzando. Manténgase informado. #desempeño económico #inflación #estabilidad.

Inflación estable: no todo está claro para la economía”
Si bien la tasa de inflación del 2,2 por ciento reportada recientemente para abril sugiere estabilidad, es importante enfatizar que esto no significa el fin de la inflación. Este valor quedará grabado en la memoria del euro como una pérdida del poder adquisitivo alemán. Desde la introducción de la moneda común en 1999, los alemanes han perdido casi el 40 por ciento de su poder adquisitivo.
En esta década, casi todas las principales economías han experimentado una inflación sostenida, aunque en algunos lugares es incluso significativamente más agresiva que en Alemania. Sin embargo, la República Federal está mostrando un impacto negativo debido a la combinación de una pérdida continua de poder adquisitivo y un crecimiento real débil. Las estimaciones sugieren que el producto interno bruto de Alemania crecerá sólo mínimamente en 2024, neto de inflación.
La reciente estabilización de la inflación justo por encima del objetivo del 2 por ciento del Banco Central Europeo no debe tomarse como una señal de que todo está claro. Aunque ahora puede resultarle más fácil al BCE reducir las tasas de interés, es crucial reconocer que el dinero más barato por sí solo no estimulará el crecimiento económico. La posibilidad de una “estanflación” –una combinación de estancamiento y aumento del costo de la vida– persiste a menos que se introduzcan nuevas dinámicas que abarquen tanto la economía como la vida pública.
Para impulsar el crecimiento, Alemania debe centrarse en aumentar la productividad, ya que un número cada vez mayor de trabajadores bien capacitados no es suficiente. En una economía del conocimiento como Alemania, aumentar la eficiencia es la clave para generar crecimiento sin que la inflación devore los avances en prosperidad. Cada vez está más claro que la dolorosa caída del valor del euro de casi el 40 por ciento, especialmente en los últimos años, es un recordatorio alarmante.