El futuro de la política de cohesión de la UE: ¡desafíos y oportunidades para 2025!

El futuro de la política de cohesión de la UE: ¡desafíos y oportunidades para 2025!

El 14 de julio de 2025, la Comisión Europea presentará propuestas para el marco financiero plurianual (MFP) y la política de cohesión a partir de 2028. Estas propuestas son particularmente importantes ya que la política de cohesión representa casi un tercio de todo el presupuesto de la UE y, por lo tanto, es crucial para fortalecer la cohesión económica, social y territorial en los Estados miembros. El objetivo es claro: deben reducirse los desequilibrios regionales y promoverse la competitividad de las regiones de la UE. DIHK informa que la Comisión Europea también abordará el impacto de los planes de financiación en áreas clave como la protección del medio ambiente y la resiliencia climática en sus próximas propuestas.

Los debates sobre el futuro de la política de cohesión giran actualmente principalmente en torno a posibles recortes financieros en favor del gasto de defensa y consideraciones de una mayor centralización de la gestión de los fondos de cohesión. Esta centralización podría limitar el margen de acción de las regiones y dar lugar a medidas menos adaptadas. La elevada carga administrativa que supone solicitar fondos de programas como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE) también es una cuestión clave. Las exigencias de estandarización y digitalización de los procedimientos están aumentando para garantizar un uso eficiente, específico y no burocrático de los fondos.

Retos y requisitos para la política de cohesión

La necesidad de un reajuste del contenido de la política de cohesión es inequívoca. Se considera esencial volver a objetivos centrales claros, como la creación de condiciones de ubicación atractivas y las inversiones en infraestructura, así como la promoción de trabajadores cualificados y medidas de formación. En aras del desarrollo sostenible, la Agencia Federal de Medio Ambiente exige que al menos el 30 % de los fondos del MFP se destinen a la protección del clima, con el fin de promover la competitividad y la satisfacción social, garantizando al mismo tiempo un medio ambiente saludable. Agencia Federal de Medio Ambiente Destaca que esta orientación específica también es necesaria para tener en cuenta las características regionales y ampliar temas futuros como la neutralidad climática y la biodiversidad.

En este contexto, es necesario tener en cuenta varios elementos estratégicos: Es necesario desarrollar planes de transición regionales que adopten un enfoque participativo para garantizar una transición más justa para todas las partes interesadas, especialmente para los trabajadores y los sindicatos. Es importante evitar dependencias de trayectorias y excluir tecnologías no sostenibles. La transición justa asegura que la población participe activamente en los procesos de transformación.

En los próximos meses, la política europea, nacional y regional abordará intensamente las propuestas de la Comisión de la UE. Seguirán las negociaciones con el Parlamento de la UE y el Consejo, y el acuerdo final deberá ser confirmado por unanimidad por los estados miembros y por mayoría de votos del Parlamento de la UE. Es responsabilidad de todos los actores no perder de vista los intereses de la economía comercial para garantizar un equilibrio entre el crecimiento económico y los objetivos sociales y ecológicos.