Obstáculos burocráticos: las empresas familiares carecen de sentido común

Obstáculos burocráticos: las empresas familiares carecen de sentido común

Los propietarios de empresas familiares se enfrentan a un grave desafío: la burocracia. Daniel Hager, ex director general y ahora presidente del consejo de supervisión del grupo Hager en Blieskastel, deja claro que se les exige que produzcan de forma respetuosa con el medio ambiente. Pero mientras luchan con los requisitos, se topan con inmensas demoras en los procesos de aprobación, como en el caso de las turbinas eólicas, que pueden tardar hasta cuatro años. Estos obstáculos no sólo ejercen presión sobre las empresas, sino también sobre su capacidad para innovar y competir.

La exigencia de una reducción de los obstáculos burocráticos es compartida por muchos empresarios familiares que exigen soluciones pragmáticas. La falta de flexibilidad y eficiencia en los procesos de aprobación puede poner en peligro el futuro de estas empresas a largo plazo. El deseo de contar con una persona de contacto con “sentido común” juega un papel particularmente crucial a la hora de facilitar los procesos burocráticos y dar a las empresas familiares espacio para la innovación y el crecimiento.

Queda claro que la burocracia se percibe como una carga que limita el desarrollo y el éxito de las empresas familiares. Para mantener la competitividad en un entorno económico cada vez más complejo, es fundamental contar con regulaciones eficientes y prácticas. Por lo tanto, la demanda de alivio burocrático se está convirtiendo en una preocupación central para los empresarios familiares.