La economía alemana se contrajo un 0,1 por ciento en el tercer trimestre, pero se espera una ligera recuperación.

La economía alemana se contrajo un 0,1 por ciento en el tercer trimestre, pero se espera una ligera recuperación.

Según un informe de www.sueddeutsche.de, la economía alemana se contrajo un 0,1 por ciento en el tercer trimestre, como anunció la Oficina Federal de Estadística en un informe preliminar. Los economistas encuestados por la agencia de noticias Reuters esperaban incluso una caída del 0,3 por ciento. Según las cifras revisadas, en primavera se produjo un ligero crecimiento del 0,1 por ciento, aunque inicialmente se habló de estancamiento. Las causas de la contracción del producto interno bruto son las altas tasas de interés, los fuertes aumentos de precios y la débil economía global.

A pesar de la crisis económica, también hay señales positivas. El barómetro del clima empresarial del Ifo subió en octubre por primera vez en medio año, lo que sugiere que la peor fase puede haber pasado. Según el experto económico del Ifo, Klaus Wohlrabe, el PIB podría volver a crecer ligeramente en el cuarto trimestre y alcanzar alrededor del 0,2 por ciento en comparación con el trimestre de verano.

El gobierno federal ha reducido su pronóstico económico para el año 2023 en su conjunto y ahora espera que el producto interno bruto se contraiga un 0,4 por ciento. Por lo tanto, es probable que Alemania sea la única gran nación industrial que no registre crecimiento este año.

Sin embargo, algunos economistas son más optimistas. El economista jefe Alexander Krüger de Hauck Aufhäuser Lamp Privatbank cree que la situación al menos parece menos sombría. El economista del LBBW, Jens-Oliver Niklasch, también supone que el balance del cuarto trimestre será similar. Sólo así podrás tener un poco más de confianza. Según Fritzi Köhler-Geib, economista jefe del KfW, el próximo año las cosas volverán a mejorar gracias a la caída de la inflación y al aumento de los ingresos, principalmente a través del consumo. El gobierno prevé tasas de crecimiento del 1,3 y el 1,5 por ciento para 2024 y 2025, frente al 1,8 por ciento en 2022.

Los efectos de la contracción del producto interno bruto en el mercado y el sector financiero podrían ser diversos. Las empresas pueden volverse más cautelosas a la hora de invertir y contratar, lo que podría conducir a una menor demanda de préstamos. Los bancos también podrían ser más cautelosos a la hora de conceder préstamos e imponer requisitos de solvencia más estrictos a los prestatarios. Esto podría dificultar los préstamos y afectar el crecimiento económico.

Además, tasas de crecimiento más bajas podrían resultar en una menor demanda de ciertos productos y servicios, lo que podría afectar a ciertos sectores de la economía. Por otro lado, se podrían tomar medidas para estimular la economía, como tasas de interés más bajas o programas de estímulo, para impulsar el crecimiento.

En general, la situación de la economía alemana es actualmente complicada, pero hay signos de una posible recuperación en los próximos trimestres. El desarrollo exacto dependerá de varios factores, incluidas las decisiones políticas, las tendencias económicas globales y el control exitoso de la pandemia. Queda por ver si el producto interior bruto se recuperará en los próximos trimestres y en qué medida.

Fuente: Según un informe de www.sueddeutsche.de