La región energética está cambiando: ¡Por qué las energías renovables cuentan ahora!
Conozca cómo ha evolucionado la historia de la energía desde la madera hasta los combustibles fósiles y las energías renovables y lo que eso significa para el futuro.
La región energética está cambiando: ¡Por qué las energías renovables cuentan ahora!
La historia del suministro de energía está marcada por importantes puntos de inflexión que influyeron significativamente en el desarrollo de la humanidad. Al principio, la madera era la fuente de energía dominante y fue la fuente central de energía durante siglos. Sin embargo, en el siglo XIX se produjo un cambio radical: la madera fue sustituida por el carbón, lo que sentó las bases de una nueva era en la producción de energía. Este cambio condujo posteriormente al predominio del petróleo y el gas, que desde entonces han desempeñado un papel crucial en el suministro mundial de energía.
Actualmente vivimos una tendencia hacia las energías renovables. La atención se centra especialmente en la energía eólica y solar. Historiadores como François Fressoz destacan que la transición energética, tal como se la suele describir hoy en día, es un proceso complejo que no puede considerarse como un desarrollo lineal. Hace más de un siglo ya existían enfoques alternativos para diversificar el suministro de energía.
Perspectivas históricas sobre las tendencias energéticas.
Tanto las tendencias en energías fósiles como las alternativas se establecieron en el siglo XIX. Ya en 1878, el rey Luis II hizo construir una cueva de estalactitas artificiales en la Gruta de Venus del castillo de Linderhof, en la Alta Baviera, que tenía una máquina de ondas y una iluminación multicolor. Esta estaba propulsada por dos docenas de dinamos propulsados por máquinas de vapor, cuatro años antes de que se construyeran las primeras centrales eléctricas públicas en Londres y Nueva York. Esto muestra que las innovaciones en la producción de energía ya estaban en marcha mucho antes de que el uso industrial de combustibles fósiles se convirtiera en la norma.
Otro hito fue la construcción de la primera turbina eólica del mundo por parte del meteorólogo danés Poul la Cour en 1891 en Askov. Tan sólo treinta años después, 120 turbinas eólicas ya cubrían el tres por ciento del consumo eléctrico de Dinamarca. El desarrollo de la energía hidroeléctrica también cobró impulso a finales del siglo XIX, cuando en 1896 entró en funcionamiento la primera central hidroeléctrica a gran escala en las Cataratas del Niágara.
Advertencias y visiones
Las preocupaciones sobre la naturaleza finita de los combustibles fósiles se expresaron demasiado pronto. En 1879, el matemático francés Augustin Mouchot advirtió sobre un futuro limitado para estas fuentes de energía y abogó por el uso de la energía solar. Los primeros enfoques para el uso de energías alternativas incluirían, por ejemplo, el uso de petróleo para calentar baños termales en Constantinopla en la época del emperador romano Lucio Septimio Severo alrededor del año 200 d.C. o la construcción del primer colector solar por el investigador suizo Horacio-Bénédict de Saussure en 1767.
El desarrollo de tecnologías energéticas siguió aumentando en el siglo XX cuando se inauguró la primera central nuclear operada comercialmente en Calder Hall, Cumbria en 1956 y Workington pasó a la historia como el primer lugar del mundo en utilizar energía nuclear. En tan sólo cuatro horas, esta forma de producción de energía llegó a Londres.
Hoy, en el contexto del debate energético actual y el objetivo global de reducir las emisiones de CO2, resulta cada vez más claro que es necesario un cambio renovado y fundamental en la producción y el uso de energía. El desafío es encontrar el equilibrio entre las fuentes de energía existentes y las soluciones necesarias para un futuro sostenible. La historia de la transición energética nos muestra que el cambio constante es una parte inevitable de nuestro futuro energético.
el estándar y Geo informar de forma exhaustiva sobre las diversas facetas de la historia de la energía y los desafíos asociados.