Testimonio fatal para la coalición del semáforo: las empresas se quejan de la falta de un concepto en el gobierno federal.
El gobierno federal recibe malas calificaciones de las empresas en cuanto a su política económica. Según un estudio de Forsa, realizado por encargo de las asociaciones empresariales, el 88 por ciento de las empresas y el 79 por ciento de la población en general consideran que el Gobierno no tiene conceptos bien pensados para afrontar la crisis actual. En promedio, las empresas califican el trabajo gubernamental con una calificación escolar de 4,6, mientras que la población general lo califica con una calificación de 4,4. Sólo los partidarios del SPD y de los Verdes son algo más suaves y dan al gobierno una nota de 3 menos. Sin embargo, los partidarios del FDP comparten la valoración de la población en general. Estos resultados pueden tener implicaciones para...

Testimonio fatal para la coalición del semáforo: las empresas se quejan de la falta de un concepto en el gobierno federal.
El gobierno federal recibe malas calificaciones de las empresas en cuanto a su política económica. Según un estudio de Forsa, realizado por encargo de las asociaciones empresariales, el 88 por ciento de las empresas y el 79 por ciento de la población en general consideran que el Gobierno no tiene conceptos bien pensados para afrontar la crisis actual. En promedio, las empresas califican el trabajo gubernamental con una calificación escolar de 4,6, mientras que la población general lo califica con una calificación de 4,4. Sólo los partidarios del SPD y de los Verdes son algo más suaves y dan al gobierno una nota de 3 menos. Sin embargo, los partidarios del FDP comparten la valoración de la población en general.
Estos resultados pueden tener implicaciones para el mercado y la industria financiera. Dadas las malas calificaciones del gobierno, es probable que las empresas y los inversores tengan menos confianza en la política económica. Esto puede provocar una menor disposición a invertir y cautela al realizar transacciones. Además, las expectativas del mercado y la evolución de los precios de determinadas industrias y empresas podrían cambiar. Por tanto, es posible que aumente la incertidumbre en los mercados financieros y esto conduzca a mayores fluctuaciones.
Un gobierno sin un concepto también puede ejercer presión sobre la economía en su conjunto. Si las escuelas, la burocracia y las oficinas se califican como malas, esto puede generar déficits educativos, dificultades para iniciar un negocio y procesos administrativos ineficientes. A largo plazo, esto podría afectar el crecimiento económico y debilitar la competitividad de Alemania.
Queda por ver cómo responderá el gobierno federal a estas malas calificaciones y si tomará medidas para restablecer la confianza de las empresas y de la población en general. Unas políticas económicas transparentes y claras podrían ayudar a reconstruir la confianza en el gobierno y los mercados.
Según un informe de www.faz.net
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