Las voces críticas dudan de que los resultados de la privatización prevista en Italia sean realistas.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lleva un año en el cargo y prevé obtener grandes beneficios de la privatización de empresas. Sin embargo, no hay planes concretos al respecto. Según un informe del Stuttgarter Zeitung, el proyecto de presupuesto para 2024 se basa en suposiciones poco realistas. En particular, los expertos consideran demasiado optimista la recaudación prevista de la privatización de 20 mil millones de euros hasta 2026. El Estado italiano posee actualmente grandes participaciones en empresas como el ferrocarril estatal Ferrovie dello Stato y la aerolínea Ita Airways. Sin embargo, existen dudas sobre si siquiera se llevarán a cabo privatizaciones. El Estado ha ampliado su influencia en la economía a través del derecho de veto y está planeando...

Las voces críticas dudan de que los resultados de la privatización prevista en Italia sean realistas.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lleva un año en el cargo y prevé obtener grandes beneficios de la privatización de empresas. Sin embargo, no hay planes concretos al respecto. Según un informe del Stuttgarter Zeitung, el proyecto de presupuesto para 2024 se basa en suposiciones poco realistas. En particular, los expertos consideran demasiado optimista la recaudación prevista de la privatización de 20 mil millones de euros hasta 2026. El Estado italiano posee actualmente grandes participaciones en empresas como el ferrocarril estatal Ferrovie dello Stato y la aerolínea Ita Airways.
Sin embargo, existen dudas sobre si siquiera se llevarán a cabo privatizaciones. El Estado ha ampliado su influencia en la economía mediante derechos de veto e incluso planea adquirir una participación de hasta el 20 por ciento en la red fija de Telecom Italia. El único proyecto concreto de privatización es la venta de la participación estatal en el banco Monte di Paschi di Siena, pero apenas hay interesados. Los ingresos de esta venta serían manejables en comparación con el dinero de rescate que ingresó al banco.
La falta de ingresos de la privatización podría significar que Italia tendrá que incrementar sus esfuerzos para reducir la deuda, por ejemplo recortando el gasto. Un experto estima que Italia necesitaría 60 mil millones de euros adicionales hasta 2026 para garantizar un presupuesto sostenible. De lo contrario, la deuda aumentaría peligrosamente hasta cerca del 150 por ciento del producto interno bruto.
Queda por ver si Italia podrá conseguir los ingresos previstos por la privatización y ajustar el presupuesto en consecuencia. Existe la posibilidad de que sea necesario adoptar recortes de gastos u otras medidas para reducir la carga de la deuda. Expertos e inversores seguirán de cerca la evolución de la situación.
Fuente: Según un informe de www.stuttgarter-zeitung.de
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