Merz bajo presión: ¿romperá sus promesas electorales y seguirá a Trump?
Los desafíos de la política económica de Friedrich Merz como canciller: promesas electorales incumplidas y carga de deuda cada vez mayor en comparación con Trump.
Merz bajo presión: ¿romperá sus promesas electorales y seguirá a Trump?
Friedrich Merz (CDU) se encuentra bajo una fuerte presión desde su elección como canciller hace casi dos meses. Internamente hay tensiones considerables en la coalición porque Merz aún no ha cumplido algunas promesas electorales clave. En particular, ha sido criticado el alivio intersectorial de los impuestos sobre la electricidad para empresas y hogares privados, que se consideraba una de sus promesas centrales. Las asociaciones hablan de incumplimiento de palabra por parte de la Canciller y piden que se apliquen y sean claras las medidas de ayuda anunciadas. Merz, por otro lado, impulsó nuevos miles de millones en gastos en defensa e infraestructura en el antiguo Bundestag, lo que plantea dudas sobre la base financiera de estos proyectos. Según una previsión del Commerzbank, la deuda pública alemana podría aumentar hasta 2034 hasta unos 2,47 billones de euros, lo que corresponde a casi el 90 por ciento del producto interior bruto.
Se sigue con interés la influencia de estos acontecimientos en la economía alemana. Aunque Alemania se mantiene por debajo del nivel crítico de deuda en comparación internacional, la brecha con países como Francia, donde el ratio de deuda podría aumentar hasta un pronóstico de 143 por ciento del PIB, se considera críticamente. A Merz se le acusa de alejarse de los principios de política económica de la CDU federal y, sin embargo, tomar un rumbo que refleja el enfoque de Donald Trump sobre la deuda. Trump había seguido una política de recortes de impuestos que aumentó la deuda nacional, una estrategia que Merz ahora parece estar copiando.
Freno de deuda controvertido
El freno de la deuda, que Merz describió durante la campaña electoral como inmutable, también se está convirtiendo en un tema de discordia. El SPD acusa a Merz de romper una promesa electoral. El líder del SPD, Lars Klingbeil, comentó positivamente el rápido cambio de opinión de Merz sobre el freno de la deuda, mientras que el líder saliente del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, señaló con enojo las contradicciones. Merz había adoptado una posición clara de que, en su opinión, mantener el freno de la deuda sin reformas no era posible, lo que también fue defendido por el Canciller Olaf Scholz. Scholz criticó que sólo se podría lograr un mayor gasto en defensa mediante una reforma del freno de la deuda, pero Merz respondió que contaba con una economía en crecimiento y que le gustaría reabrir el debate sobre el freno de la deuda.
Durante la campaña electoral, Merz habló de la necesidad de un nuevo fondo especial, pero descartó una reforma del freno de la deuda en un futuro próximo. Estas contradicciones y la adhesión a costosos obsequios electorales podrían llevar a que finalmente se abandone al menos una promesa electoral central. Además, el contenido político de la agenda de Merz atrae cada vez más atención: la idea de posibles aumentos de impuestos, aunque excluida del acuerdo de coalición, circula entre los miembros de la coalición.
Ver a nivel internacional
En medio de estos desafíos políticos internos, Merz también ha centrado su atención en el ámbito internacional. Está promoviendo activamente una unión de mercados de capital con el presidente francés Emmanuel Macron para abrir fuentes privadas de financiación y mejorar el acceso al capital para las empresas europeas. Merz enfatiza la necesidad de un mercado de capitales amplio y profundo, pero contradice los acuerdos existentes en el acuerdo de coalición, que rechaza el seguro de depósitos totalmente comunitarizado.
Conclusión: La cancillería de Friedrich Merz está cada vez más condicionada por la cuestión de si podrá cumplir con las expectativas políticas internas y al mismo tiempo estar atento a los puntos de referencia internacionales. El legado de la política económica de Trump y los paralelismos resultantes con la política alemana actual arrojan una luz reflexiva sobre los desafíos que enfrenta Merz.