Impuesto sobre el bienestar animal para los ganaderos: un experto financiero analiza los efectos de las medidas previstas

Impuesto sobre el bienestar animal para los ganaderos: un experto financiero analiza los efectos de las medidas previstas

Según un informe de www.merkur.de,

En el conflicto por el diésel agrícola, el gobierno federal no quiere ceder ante los enojados agricultores, sino que les dará cabida en otros lugares. El Ministro de Agricultura propone un impuesto sobre el bienestar animal. Literalmente cada centavo cuenta ahora. Desde el lunes y la gran manifestación en Berlín, el gobierno federal claramente intenta frenar la ira de los agricultores. Se dice que reducir la burocracia es una palanca que se puede utilizar, pero al final, por supuesto, se trata principalmente de dinero. Un impuesto sobre el bienestar animal podría ser una respuesta a las pérdidas de los agricultores debido a la futura imposición del diésel agrícola.

El Ministro de Agricultura sugiere ayudar a los agricultores a reformar sus establos con el objetivo de mantener a los animales de una manera más respetuosa con los animales. El esfuerzo asociado, logístico y económico, es grande. Su ministerio y departamento de finanzas podrían redactar rápidamente un modelo para esto. Pero esto ahora requiere un compromiso claro de toda la coalición gubernamental y el apoyo de la oposición.

La idea de un impuesto sobre el bienestar animal no es nueva. Desde hace años existen propuestas concretas para su implementación y desde 2019 una comisión correspondiente desarrolla propuestas para aliviar notablemente la carga de los agricultores a la hora de remodelar sus establos. La carga monetaria para los ciudadanos podría rondar los 35 euros al año.

Sin embargo, la idea de un impuesto sobre el bienestar animal suscita reacciones diferentes. Mientras que la ex ministra de Agricultura, Julia Klöckner (CDU), apoya el plan, el político del CSU, Alexander Dobrindt, expresa su firme rechazo. Una encuesta de la Universidad de Hamburgo también mostró que los ciudadanos aceptarían un aumento moderado del precio de la carne si el motivo fuera el bienestar animal.

El fracaso de estas propuestas podría tener un impacto negativo en la agricultura y el sector financiero. A medida que las cargas sigan aumentando, los agricultores podrían enfrentar dificultades financieras, lo que afectaría a toda la economía. Además, la continua insatisfacción en la agricultura podría provocar malestar social, lo que a su vez tendría un impacto negativo en los mercados financieros. Las diferentes reacciones de políticos y ciudadanos también muestran la incertidumbre y el desacuerdo sobre los posibles efectos de un impuesto sobre el bienestar animal. Queda por ver si la coalición gobernante encontrará una línea clara sobre estas propuestas y cómo afectará esto al mercado y al sector financiero.