La economía turca se tambalea: ¡crecimiento a pesar de una inflación y unos tipos de interés récord!

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La economía turca está creciendo a pesar de la alta inflación y la agitación política. Previsiones y medidas de estabilización.

La economía turca se tambalea: ¡crecimiento a pesar de una inflación y unos tipos de interés récord!

La economía turca muestra un panorama mixto mientras se afirma en un entorno desafiante. Alto la prensa Se prevé que el producto interior bruto (PIB) crezca un 2,8 por ciento en 2023. Sin embargo, este repunte va acompañado de una alta tasa de inflación, que recientemente se situó en el 35,4 por ciento. Sin embargo, los expertos independientes dudan de las cifras oficiales y hablan de una tasa de inflación real de alrededor del 70 por ciento.

En 2024, la Comisión de la UE espera un mayor crecimiento del 3,2 por ciento, respaldado por una balanza comercial positiva y la creación de valor en los sectores de la construcción y la agricultura. Según las previsiones, en los próximos años los consumidores gastarán un 3,5 por ciento más, lo que podría impulsar significativamente el consumo privado.

Inflación y política monetaria

El desafío de la inflación sigue siendo problemático dados los altos precios al consumidor. La Comisión de la UE predice que la inflación podría caer al 36,2 por ciento para fines de 2023 y al 22,7 por ciento para 2025. Estas caídas están respaldadas por la caída de los precios mundiales de la energía, una gestión fiscal gubernamental más estricta y una reversión de la política monetaria, en particular el nombramiento por parte del presidente Erdoğan de banqueros centrales ortodoxos que están elevando las tasas de interés.

Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, ya que el Fondo Monetario Internacional espera un crecimiento de sólo el 2,6 por ciento para 2025 y la tasa de inflación ya era del 39 por ciento en febrero de 2025. El cambio de rumbo de Erdoğan para combatir la inflación contradice la política de bajas tasas de interés de años anteriores, que generó una importante presión devaluatoria sobre la lira turca.

Balanza comercial e inversión extranjera

La balanza comercial de Turquía muestra tendencias positivas con un aumento moderado de las exportaciones del 2 por ciento en 2024, mientras que las importaciones cayeron un 5 por ciento. Con una participación de la UE del 40 por ciento de las exportaciones turcas, el ajuste fronterizo de CO₂ que la UE está planeando es una cuestión central para los exportadores turcos. Esta evolución podría afectar especialmente a la competitividad de los proveedores alemanes, ya que las entregas alemanas en 2024 se redujeron un 6 por ciento a 27 mil millones de dólares.

A pesar de los desafíos, muchas empresas están reconociendo nuevas oportunidades, especialmente las empresas orientadas a la exportación que planean ampliar su capacidad. Las encuestas también muestran que el 50 por ciento de las empresas alemanas en Turquía califican la situación empresarial como buena y el 43 por ciento espera un desarrollo estable. Sin embargo, los nuevos inversores extranjeros se muestran reacios a entrar en el mercado, lo que refleja la incertidumbre sobre las condiciones económicas futuras. Entre enero y octubre de 2024, la inversión extranjera directa fue de 4.700 millones de dólares, y las mayores entradas provinieron de los Países Bajos, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda y Azerbaiyán.

Retos y perspectivas económicas

Además de las incertidumbres económicas, los obstáculos financieros también tienen un impacto. Las pequeñas y medianas empresas se ven especialmente afectadas, y la política monetaria restrictiva está exacerbando las dificultades financieras. La debilidad de la lira encarece los préstamos extranjeros, lo que inhibe aún más la actividad económica. Los observadores también esperan posibles recortes de las tasas de interés clave en la segunda mitad de 2025.

Las medidas de austeridad del Ministro de Finanzas Şimşek, que imponen un estricto programa de austeridad para las instituciones públicas, muestran cuán grave es la situación. La atención se centra en reducir gastos y evitar nuevos proyectos excepto los absolutamente necesarios. Estas medidas reflejan la necesidad de recuperar el equilibrio económico y al mismo tiempo aumentan la presión sobre los presupuestos debido a una inflación persistentemente alta.

En resumen, Turquía enfrenta importantes desafíos económicos, pero también ofrece oportunidades, particularmente en las áreas de exportación y consumo. La evolución de la política monetaria y las reacciones del mercado internacional serán cruciales para la estabilidad y el crecimiento futuros de la economía turca.