Los expertos económicos informan de un estancamiento alarmante: ¡el futuro de Alemania está en peligro!

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Los economistas alemanes reducen sus previsiones de crecimiento para 2025. La situación se caracteriza por el estancamiento, el aumento del desempleo y las inversiones necesarias.

Los expertos económicos informan de un estancamiento alarmante: ¡el futuro de Alemania está en peligro!

La economía alemana se enfrenta a un serio desafío. Los “sabios económicos” han rebajado su previsión económica para 2025 al estancamiento del producto interior bruto (PIB). Todavía se esperaba un crecimiento del 0,4 por ciento para el otoño de 2024, pero ahora se está identificando una debilidad significativa. El actual estancamiento económico genera una mayor incertidumbre, particularmente con respecto a la recuperación a largo plazo de la economía. Según las previsiones, se espera que el crecimiento para 2026 sea de sólo el 1 por ciento.

Las causas de la debilidad actual son diversas. Uno de los desafíos clave es la burocracia, que se caracteriza por largos procedimientos de aprobación y dificulta el crecimiento de muchas empresas. Este problema se ve agravado aún más por la política aduanera de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, que está afectando especialmente a la economía alemana orientada a las exportaciones. Los efectos también son perceptibles en el mercado laboral. La tasa de desempleo podría aumentar al 6,2 por ciento en 2025, un aumento significativo en comparación con los 2,3 millones de desempleados en 2019.

Se requieren inversiones importantes

Las previsiones de inflación también muestran perspectivas sombrías. Se espera una caída al 2,1 por ciento para 2025 y al 2,0 por ciento para 2026. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la evolución de los precios, dados los conflictos comerciales y los programas de gasto gubernamental, que pueden variar ampliamente. A pesar de las críticas por la situación actual, el nuevo gobierno federal tiene previsto invertir 500 mil millones de euros en infraestructuras y protección del clima. Los “sabios económicos” enfatizan la importancia del uso concreto de estos fondos para el crecimiento económico a largo plazo.

Para fortalecer la base económica, los expertos exigen que al menos el 10 por ciento del presupuesto central se destine a inversiones. Sin embargo, esto entra en conflicto con los requisitos de deuda de la UE, lo que crea incertidumbre adicional. Se considera necesaria una reducción de la burocracia para aliviar la carga de las empresas. Las sugerencias incluyen reducir los requisitos de información y acelerar los procedimientos de aprobación. Estas medidas deberían permitir configurar activamente el cambio estructural.

Cambios en el modelo económico alemán

En el pasado, Alemania se ha beneficiado de una sólida base industrial, un floreciente comercio exterior y servicios innovadores. Los éxitos de la década de 2010 llevaron a una disminución del desempleo y a un presupuesto estatal equilibrado. Pero el éxito económico está en riesgo. La caída de la producción industrial desde 2018 muestra que las condiciones económicas han cambiado. Los pronósticos sugieren que el desempleo podría aumentar a más del 6 por ciento en 2025, mientras que se espera que casi tres millones de personas estén desempleadas.

Los desafíos se vieron exacerbados por las incertidumbres geopolíticas y los altos costos en Alemania. Durante los próximos diez años, se necesitarán hasta 600 mil millones de euros para la modernización y la conversión a la neutralidad climática. Pero el freno de la deuda previsto en la Ley Fundamental limita la capacidad del Estado para solicitar préstamos, lo que complica aún más la situación.

Los cambios demográficos en Alemania provocan una escasez de trabajadores cualificados. Se estima que alrededor de 8,5 millones de trabajadores necesitarán ser reemplazados de aquí a 2036, mientras que sólo 12,5 millones de jóvenes serán reemplazados. Para garantizar la competitividad se considera necesaria una reforma integral del modelo empresarial alemán. En este contexto, el próximo gobierno podría priorizar los incentivos fiscales a la inversión y la reducción de la burocracia para generar un nuevo crecimiento.

En resumen, está claro que Alemania enfrenta profundos desafíos económicos. Un realineamiento de la política económica y las inversiones específicas serán cruciales para fijar el rumbo del crecimiento futuro. El tiempo apremia y queda por ver cómo responderá el gobierno federal a los desafíos actuales.